“Para que el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros el mismo sentir según Cristo Jesús para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”. Romanos 15:5-6 (RVR1960).

Saliste temprano de casa para llegar antes de tiempo a tu trabajo, pero resulta que justo hoy empieza una maratón de atletismo y deciden cerrar las calles por donde se supone que  tenías que transitar, te sientes tan desesperado porque aún falta mucho por recorrer para llegar a tu destino y el camino por el que podrías seguir está totalmente obstruido  por la cantidad de vehículos que han decidido desviar su ruta y te dicen: “ten paciencia”.

Cuando todo sale a nuestra manera, es fácil mostrar paciencia, pero la verdadera prueba viene cuando nuestros derechos son quebrantados, en esos momentos de tensión es donde podemos saber cuán pacientes somos; sin embargo, la Biblia habla de la paciencia como un fruto del Espíritu, que es una virtud esencial de su carácter.

Aunque la mayoría de la gente considera paciencia y pasividad como sinónimos, no lo hagamos nosotros, porque si analizamos las palabras de Pablo podremos notar la diferencia.

“… corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” Hebreos 12:1 (RVR1960)

No podemos correr y esperar pasivamente, uno debe escoger si correr o esperar. Más bien la paciencia puede ser relacionada con la perseverancia, lo cual sí es posible.

Entonces ¿cómo va este fruto en tu vida? ¿Cuál es tu reacción frente a una tensión? Como hijos de Dios debemos anhelar el fruto de Espíritu Santo para que en medio de toda situación que te toque enfrentar seas agradecido, observando los propósitos que Dios podría tener para tu vida en eses momento, porque al final todas las cosas te ayudarán a bien y cuando dice “todas las cosas” incluye las cosas que prueban nuestra paciencia.

La próxima vez que te encuentres en un embotellamiento de tráfico ¿Cuál será tu respuesta? Recuerda que la impaciencia te conduce al estrés, el enojo y la frustración. Pero la paciencia te hará ver qué camino tomar para solucionar el problema. ¿Cuál escoges?

“Más vale ser paciente que valiente; más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades.” Proverbios 16:32 (NVI)

Por Ruth Mamani

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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