La cercanía entre una persona u otra se puede observar por la forma en que se comunican. Cuando se ha desarrollado una amistad íntima uno se expresa en confianza con el otro. Por el contrario, cuando no se conoce lo suficiente a la otra persona existe temor a opinar, a equivocarse, o posiblemente no tengan un tema para conversar.
Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Éxodo 33:11
Muchas personas mencionan que presentan dificultades en el tiempo de oración, puesto que prontamente se acaban sus palabras y no saben que decir, esa es la excusa que la mayoría usa cuando se les pregunta sobre su tiempo de oración. Es lamentable que sea así, sin embargo, es interesante aprender cuán cerca se encontraba Moisés de Dios.
La comunicación demuestra que tan cerca estás del que está a tu lado. La Biblia menciona que Moisés hablaba con Dios cara a cara, no era parte del montón, él disfrutaba de una conversación genuina con Él y se puede observar en diferentes pasajes de la Palabra de Dios, cómo cuando ayunó cuarenta días y cuarenta noches antes de plasmar los mandamientos.
La pregunta que quiero hacerte es ¿Cuánto tiempo te comunicas con Dios?
Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:40-41
Si eres la persona que se duerme o se aburre en apenas diez minutos de oración, se puede ver claramente que tan cerca te encuentras del Señor y es preciso reflexionar sobre esta situación. En esta oportunidad te animo a acercarte más a Él, esfuérzate para pasar tiempo en su presencia y estudiando su palabra, traza la meta de que en poco tiempo Dios se vuelva uno de tus mejores amigos a los que puedas hablar en confianza.
¡Recuerda que la oración mueve la mano de Dios!
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.