Carlos era un adolescente que vivía solo, porque su familia se había ido al exterior a buscar una mejor vida. En su trabajo era explotado por ser menor de edad y a veces permanecía con hambre porque no disponía del dinero suficiente. Una señora que conocía su situación se compadeció de él, y cada vez que lo veía le invitaba alimento y lo necesario para que pueda estar bien.

Ha pasado bastante tiempo y este adolescente se ha convertido en un hombre profesional, el cual, con mucho agradecimiento y amor, apoya a aquella señora que ahora es una ancianita.

“El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.” Proverbios 11:25 (RVR 1960)

La palabra del Señor menciona que la persona generosa será prosperada, y aquel que ha sido dadivoso también recibirá generosidad. Lo que sucede es que el mundo gira constantemente, por lo que podemos ver los cambios con el tiempo y los frutos recibidos de nuestra cosecha, sean estos buenos o malos.

En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.” Hechos 20:35 (RVR 1960)

Hemos aprendido del Señor Jesús que debemos ayudar a los necesitados, porque será más dichoso o bendecido el que da, que aquel que recibe.

Recuerda que el mundo da vueltas y vuelvas, por este motivo te animo a ser generoso, después es posible que precises el apoyo de la persona que en este momento está necesitando tu ayuda.

¡Mira a las personas que te necesitan como una oportunidad para sembrar buenos frutos!

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario