â⊠le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandĂł MoisĂ©s apedrear a tales mujeres. TĂș, pues, ÂżquĂ© dices?â. Juan 8:4-5  (RVR1960)
Puede resultar muy fĂĄcil juzgar a las personas por sus errores, sin embargo, como creyente no fuimos llamados a ser jueces sino instrumentos de amor y misericordia, ayudando a quien lo necesita. No te pongas en la posiciĂłn de los fariseos, sino muestra lo que has recibido de parte de Dios. ÂĄAma como has sido amado!
Por Miguel Ăngel Veizaga
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El siguiente crĂ©dito, por obligaciĂłn, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artĂculo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.