La fe no se puede medir en cantidades; sin embargo, las personas pueden desarrollar mayor madurez, fe y obediencia como resultado de su compromiso con Dios. Es así como se puede decir que alguien es fuerte en la fe (Romanos 15:1-6).
¿Qué hacen las personas fuertes en la fe?
1. No son egoístas
Un cristiano fuerte en la fe no piensa en su propio beneficio, sino que lo comparte con los demás. Por ejemplo, si aprenden algo relacionado con Dios o que ayude a conocerlo mejor, lo comentan con otros. Saben que siempre es mejor dar que recibir, y por eso lo practican a diario.
2. No menosprecian a otros
Saber algo que otros desconocen, no nos otorga el poder de degradar a los demás. Es fácil criticar y señalar los errores de otros, pero las personas maduras nunca se creen más que los que lo rodean. Por eso, las personas fuertes en la fe no menosprecian a otros bajo ninguna circunstancia. En cambio, les ayudan a mejorar cada día y enseñan con amor.
3. Apoyan a los demás
No basta con solo dejar de criticar. También se debe prestar ayuda a los que fracasan. Los que son fuertes en la fe saben que nadie está seguro y que todos podemos equivocarnos. Así que prestar apoyo sin juzgar, es una práctica digna que debemos imitar.
4. Son humildes
Los que son fuertes en la fe no se jactan de ello, sino que son humildes y prefieren darle la honra a quien verdaderamente se lo merece: Dios.
5. Siguen el ejemplo de Jesús
Ser cristiano no implica imitar a un líder o pastor. Ser cristiano es seguir el ejemplo de Jesús y tener completo entendimiento de que para ello necesitamos de Dios. Esto engloba muchos aspectos de la vida, ya que Jesús también pasó por las mismas situaciones que nosotros; por lo que en Él tenemos el mejor modelo a seguir.
6. Promover la unidad
Debemos ser pacificadores y no destructores. Ser maduro es estar consciente de que un grupo de personas (la congregación) siempre tendrá diferencias por el simple hecho de que todos somos distintos. Los fuertes en la fe son sabios al momento de promover la unidad y mantener paz en tiempos difíciles.
7. Viven con esperanza
Es importante vivir con la certeza de que este mundo es pasajero y que nuestro verdadero hogar nos espera en el cielo. Una persona que está segura de su fe vive creyendo en las promesas de Dios más que en los problemas que enfrenta. No se deja vencer por una mala situación, sino que confía en que Dios sabe qué es lo mejor para su vida.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.