¿Será posible alejarse de Dios por completo? Quizás sí podemos ignorarlo pero algo que es seguro es que Dios no se aleja, su amor sigue intacto.
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Romanos 8:35 (RVR 1960)
Tu prioridad, tus decisiones
Nuestras decisiones se basan en la prioridad que tenemos, y nuestra relación con Dios no es la excepción. Si el Señor es parte importante de nuestra vida o no, lo que hagamos a diario nos acercará a Él o por lo contrario, nos alejará.
No importa lo que haya pasado para que tomes o estés considerando dejar de lado a Dios, ponte a pensar que tu vida no será la misma. Será inevitable recordar quién de te ama a pesar de tus errores, nadie más se preocupará por ti como lo hace Él. Ese vacío que tienes solo el Señor lo llena y no hay otro camino hacia la eternidad.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).
Efesios 2:4-5 (RVR 1960)
Ríndete en vez de alejarte
El orgullo, la culpabilidad, el pecado y muchas otras cosas nos llevan a alejarnos de Dios; sin embargo, así como alejarse es una decisión, el volver a Dios también lo es, nadie puede tomar esa decisión más que uno mismo.
Si te rindes recuerda que, en lo que a Dios respecta, no nos desecha, más bien nos extiende su mano para volver a Él, y no se basa en emociones, como nosotros, sino en una decisión que tomó hace mucho tiempo, cuando envió a Jesús a morir por nosotros.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:37-39 (RVR 1960)
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