En la entrevista semanal en Uno nunca sabe, de CVCLAVOZ, Benjamín Parra se refirió en al tema: Una crítica a la falta de autocrítica.
Citó versículos maravillosos que, aplicados erróneamente, perpetúan ideas totalmente alejadas de la realidad. Por ejemplo, dos:
- «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» se aplica casi a todo asunto de la vida. Pero en realidad el contexto es ser capaz de vivir en tiempos de abundancia o en tiempos de necesidad.
- «No os unáis en yugo desigual» se aplica al matrimonio. Si leen con atención el contexto, Pablo no está hablando ni lejanamente de matrimonio, sino de la distancia que debe haber entre los cristianos y el poder imperial, sinónimo de opresión e injusticia.
Qué es lo que justifica la falta de autocrítica
Para justificar la falta de critica a la autocrítica, Benjamín ha mencionado tres versículos convertidos en citas desafortunadas:
«Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Juan 14:6)
El tema es el futuro de los creyentes, el camino hacia la vida venidera (NO sabemos a dónde vas, o muéstranos el camino). No está hablando de que los discípulos entienden todas las cosas de este mundo.
«Más nosotros tenemos la mente de Cristo» (1 Corintios 2:16)
El tema no es que nosotros sabemos todas las cosas de ta vida. Está diciendo que nosotros conocemos el misterio de la obra redentora de Cristo, cosa que no entiende todo el mundo.
«Te alabo Padre porque has escondido estas cosas de los sabios y los entendidos» (Mateo 11:25)
El contexto inmediato es Jesús explicando lo que va a suceder el final del tiempo con las ciudades que rechazaron a Jesús. No esta diciendo que ser sabio y entendido es algo malo. Se usa para decir que aunque no tenga educación, sé todas las cosas.
Estas lecturas descontextualizadas y aplicadas erróneamente, dan a los cristianos una idea muy extraña al espíritu de Cristo:
Creemos no sólo que la Biblia es infalible, sino que nosotros somos infalibles. Pero esto, sencillamente, no es así. Estamos sujetos al error o a la equivocación. A creer cosas erradas.
Somos formados en la idea de no aceptar la autocrítica
Benjamín citó a un pastor que tuvo en sus primeros años de adulto. Él decía que era como un receptor de radio que transmitía exactamente lo que hablaba en la planta transmisora, que él suponía era el cielo.
Entonces, con este marco teórico no puedes captar la idea de que se intenta transmitir aquí, que es la crítica a la falta de autocrítica. Porque creemos que todo lo que pensamos, hacemos y decimos es definitivo.
La reunión en la iglesia es un acicate constante a esta idea de la infalibilidad. Hay una persona que habla, durante media hora, o una hora, depende de la iglesia donde vayas.
Todos, sentados unos detrás de otro, sólo escuchamos, asentimos, decimos amén o nos quedamos callados. No hay diálogo, no hay pregunta, no hay interpelación, no hay posibilidad de aclarar. ¿Cómo vas a confrontar al pastor o al predicador?
Jesús, un ejemplo de autocrítica
Para terminar, Benjamín leyó las palabras de un pastor que comentaba la serie “El Reino”, que es furor en Argentina hoy. Un pastor que en el pasado era una persona más estricta en cuanto a estos temas complejos, hoy sorprende con una autocrítica formidable.
El punto más interesante que hace este pastor es: Jesús mismo preguntó a sus discípulos como lo veía la gente, qué pensaba de él. Nosotros no aceptamos ese veredicto. Pero el mundo es como es, no como queremos que sea La pregunta es qué hacemos con eso.
¿Nos involucramos en el diálogo intercultural o abominamos del mundo y nos seguimos refugiando en este ambiente donde todos nos encontramos verdaderos y únicos? Por eso hace falta una crítica a la falta de autocrítica.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.