Una joven vivió una terrible experiencia cuando se enteró que estaban usando sus fotografías, sin su permiso, en páginas de citas por internet
En las redes sociales publicamos imágenes e información personal. Podemos creer que tiene un alcance un tanto privado; sin embargo, hay situaciones que nos demuestran que hay personas que pueden usar nuestra información para hacer el mal.
Ese es el caso de una joven que se enteró que habían usado su foto de perfil para fines inesperados y resultó en ciberacoso.
La pesadilla de una joven
Katy* recibió una solicitud de amistad de una persona desconocida en Facebook. Tal como había hecho en otras ocasiones, aceptó la invitación sin pensarlo más. Pasaron un par de semanas y un amigo le envió un mensaje que cambió su vida.
Pensé que era un chiste. Mi corazón latía muy fuerte y solo me decía: ≪que sea una broma, que sea una broma≫; pero no lo fue. Mi amigo me dijo que alguien había usado mi foto y aparecía en una página falsa de citas… una de esas que cuando haces clic en realidad es pornografía… Mi mundo se vino abajo. Solo quería llorar.
Al principio, ella no creyó lo que su amigo le había dicho; pero cuando este le envió una captura de pantalla, confirmó sus peores temores.
Me sentía tan sucia y usada
Cuando vi qué foto era, no lo podía creer. Era una foto normal: yo estaba posando frente al jardín de mi abuela y no tenía puesto nada revelador, no creo que la foto haya sido sensual o provocadora en ningún sentido, pero estaba allí. Y lo peor era el texto… El texto del anuncio era… no quiero ni recordarlo. Me sentía tan sucia y usada. Fue horrible.
Familiares y amigos, al enterarse de lo sucedido, le brindaron su apoyo incondicional, y ella logró denunciar a la página web que estaba usando su foto. El proceso fue largo y tuvieron que esperar más semanas para que eliminaran su fotografía.
Katy no se explicaba cómo su foto había terminado en esa página; de hecho, nunca lograron averiguar ese dato; y justo cuando creía que todo se había terminado, llegó una prueba incluso más difícil.
La pesadilla recién empezaba
Si bien sus amigos cercanos conocían la verdad de lo que había sucedido con la foto de Katy, algunos compañeros no lo sabían y reaccionaron de inmediato; pero de una forma negativa.
Alguien en mi universidad vio el mismo anuncio y creó una página en Facebook exclusivamente para burlarse de mí. Comenzaron a publicar fotos de mi cuenta personal y a editarlas de modo grotesco. Decían que yo me estaba ofreciendo para trabajos sexuales y cosas por el estilo… Los comentarios, insultos… yo… yo no pude soportarlo.
El ciberacoso fue una carga difícil de llevar. Sus amigos le ayudaron a denunciar las páginas y perfiles falsos que otros habían creado; pero llegó un punto en el que la situación se salió de sus manos: el acoso se volvió personal.
No quería ir sola a la universidad, ni caminar por los pasillos sin alguna compañía. Sabía que me miraban y hablaban de mí a mis espaldas; yo tenía miedo de que me tomen fotos y las suban a internet para burlarse y hacer esas cosas horribles que hicieron al principio. Llegué a sufrir ataques de ansiedad y no quería estar sola.
Katy se volvió reservada y callada, lo cual era opuesto a su personalidad extrovertida y alegre. Una foto había desencadenado el ciberacoso, y su salud mental estaba en juego. Las personas cercanas a ella se dieron cuenta del cambio drástico en su comportamiento.
Estaba traumada por todo, no podía ni elegir ropa porque tenía miedo de que me tomen una foto y se burlen de mi aspecto. No sabía ni cómo peinarme ni arreglarme, comencé a tener pánico por todo.
En ese tiempo tan oscuro, nunca estuve sola
Las denuncias en Facebook tuvieron éxito y no volvieron a aparecer perfiles falsos con fotos de Katy, y aunque el ciberacoso cesó, todavía quedaba una parte por sanar.
Lo que cambió mi forma de pensar fue una conversación que tuve con mi mamá. Ella me dijo que no podía permitir que una mala experiencia tenga el control de mi futuro.
Con el apoyo de un consejero, sus amigos y familiares, Katy recobró la confianza en sí misma y volvió a ser la de antes. Pero, aunque en palabras escritas parezca un cambio repentino, fue un proceso que le llevó meses; durante ese periodo aprendió a amarse y a ver las redes sociales con mayor cautela.
Tengo bien presente algo: que en ese tiempo tan oscuro, nunca estuve sola, y soy afortunada por ello. Sé que hay miles de casos como el mío y no tuvieron tanta suerte como yo. Leí en las noticias que hay chicos que se suicidaron por el mal uso de sus fotos y el ciberacoso, y eso me rompe el corazón. ¡Nadie tiene derecho a insultar, humillar ni agredir a los demás!
Katy pasó un tiempo sin redes sociales y eso le enseñó a valorar las interacciones personales.
Cuando desactivé mis redes, empecé a salir con mis amigos y a hablar… o sea, a hablar en serio, ya no hablar con el celular en la mano, sino hablar frente a frente. Entonces me dije: ≪¡Esto es real, no lo que veo en la pantalla!≫ Y eso es lo que quiero que la gente entienda: lo que ves en las redes no es cierto. No tienes el derecho de prejuiciar y decir que alguien es de una manera, solo porque viste una foto o un video. Los demás son personas, igual que tú, y no sabes qué están pasando en su vida privada.
La próxima vez que quieras burlarte, criticar, juzgar, insultar o, en general, decir algo negativo de alguien en las redes, pregúntate: ≪¿Me gustaría que me hagan lo mismo?≫. Es de cobardes escribir cosas por internet porque no das la cara.
¿Cómo prevenir el robo de información?
—No aceptar solicitudes de amistad de personas desconocidas. Restringir el acceso que tienen los demás al contenido que se publica.
—No divulgar información personal que pueda ser usado de forma maliciosa.
—Revisar con frecuencia la configuración de privacidad de las redes sociales.
—Eliminar imágenes o publicaciones pasadas.
—Dar de baja perfiles o cuentas que ya no se usan, tanto en las redes como en servidores de correo electrónico.
¿Qué hacer si alguien usa tus fotos sin tu permiso?
Al igual que Katy, nadie está a salvo de que usen sus fotos o videos para fines inescrupulosos. Pero si una página web lo hace, Google ofrece una herramienta para denunciar este tipo de actos.
Para denunciar imágenes o vídeos inadecuados publicados sin consentimiento, visita esta página: support.google.com
Si usan tu información, videos, fotos, o eres víctima de ciberacoso en Facebook, visita: facebook.com/help
En caso de sufrir de acoso o si sientes que tu integridad corre peligro, asegúrate de contactar a las autoridades locales para poner una denuncia.
*Nombre cambiado para proteger la identidad de la persona.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.