Todas las relaciones amorosas atraviesan buenos y malos momentos, pero sin duda las que son tóxicas destruyen a las personas y las envuelve en una trampa de la cual puede ser difícil salir. Es por ello que se debe estar atento a las señales de alerta que indican que algo está mal en una relación. Éstas son algunas de ellas:
1. Evitan conversar sobre sus problemas:
Cuando hay conflictos en una relación, lo más recomendable es que se busque una solución de inmediato, en lugar de posponer el tema. Si se dilata el tiempo en que trata un problema, éste tiene una gran probabilidad de crecer y herir a las personas involucradas. Por lo tanto, no es saludable pensar que una dificultad se solucionará sola. En vez de ello se deben crear caminos para que la comunicación sea fluida entre ambas partes y se pueda llegar a un acuerdo.
2. No maduran con el tiempo:
Aunque las parejas no están para resolver los conflictos emocionales ni psicológicos de sus compañeros; una relación sana hace que ambos maduren y sean mejores personas. Esto se debe a que el uno y el otro buscan el progreso individual para que sea disfrutado en pareja. Esto quiere decir que buscan ser mejores por sus parejas; lo cual es un reflejo de que ponen a su pareja antes que a ellos mismos. En cambio, una relación tóxica no permite el crecimiento de ninguno de los participantes y siempre huye del compromiso.
3. No tienen las mismas metas:
Las personas que llevan muchos años de matrimonio saben que no se puede tener una relación larga y feliz si ambos no tienen la misma visión con respecto al futuro. Una relación tóxica vive en el presente y evita hablar sobre el futuro porque los involucrados no comparten las mismas metas. Si bien cada uno puede tener ambiciones personales, ambos deben de tener en claro qué es lo que quieren lograr con su relación; de lo contrario, estarán en un noviazgo sin propósito.
4. Siempre están juntos:
Pese a que es comprensible que las parejas quieran compartir el máximo tiempo juntos, todo ser humano requiere desarrollarse de manera individual y compartir distintos vínculos con otras personas además de sus parejas. Una relación tóxica crea un mundo exclusivo, ajeno a la realidad y alejado de todos los que los rodean. Mientras que una pareja en una relación saludable sabe distribuir su tiempo con sabiduría.
5. Uno es dominante en la relación:
En una relación tóxica hay una persona que cree que tiene derecho a dominar a otra porque tiene más recursos económicos, estudios, entre otras cosas. Este comportamiento, además de vislumbrar síntomas de posible abuso físico y/o psicológico en el futuro, es una clara demostración de que lo que siente no es amor. En una relación sana, ambos participantes entienden que están en el mismo nivel y que amarse no significa dominar.
6. Son celosos:
Algunos dicen que los celos son muestra de que alguien se preocupa por otra y, aunque hay algo de verdad en esa afirmación, los celos excesivos manifiestan problemas emocionales. Esta actitud puede destruir llevar a querer controlar a la pareja y termina destruyendo el vínculo que se tiene. Por otra parte, las relaciones saludables están basadas en la confianza mutua y el apoyo incondicional.
7. Quieren cambiar a su pareja:
La persona perfecta no existe, y cuando en una relación se intenta cambia a alguien para que se encaje en el ideal que se tiene, entonces se convierte en una relación tóxica. En lugar de querer cambiar a la pareja, se debe aceptar tal y como es.
Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.