Nadie se casa para divorciarse; pero vivimos en un mundo caído donde las cosas no siempre siguen el orden esperado. Entonces ¿cómo rehacer tu vida después de un divorcio que no planificaste? En este artículo te compartimos tres sugerencias para empezar a sanar y vivir con nuevas expectativas.
El divorcio puede ser una experiencia dolorosa y desafiante, pero no te puedes quedar estancando en las emociones. Aunque no lo creas, puedes darte una oportunidad para reconstruir tu vida y encontrar la felicidad nuevamente. No importa cuán difícil sea el proceso, recuerda que siempre hay esperanza y un futuro por delante.
«Dios hará que vuelvas a reír, y a lanzar gritos de alegría»
Job 8:21 TLA
Acepta tus emociones
Según la doctora Lis Milland, en su libro Gana la batalla en tu interior, un divorcio puede ser tan difícil y doloroso como un duelo.
«Se pasan por las mismas etapas como si la persona hubiera fallecido; negación, ira, tristeza profunda, negociación, hasta llegar a la aceptación.»
Dra. Lis Milland (pp. 180)
La Dra. Milland te recomienda que no escondas las emociones y, en especial, no reprimas el llanto. Permítete sentir estas emociones y procesarlas adecuadamente. No te apresures a superarlas, ya que sanar lleva tiempo. Busca apoyo emocional a través de amigos, familiares o incluso profesionales de la salud mental.
Recuerda también que la Palabra de Dios dice:
«Cercano está el Señor para salvar a los que tienen roto el corazón y el espíritu.»
Salmos 34:18 RVC
Es importante conocer que Dios está contigo y que nada de lo sucedido podría alejarte de Su amor.
Reflexiona y aprende
Después de un divorcio, es importante reflexionar sobre las lecciones aprendidas y cómo puedes crecer como persona. Examina tus propias acciones y decisiones, y busca áreas en las que puedas mejorar. Perdona y perdónate. Esto te ayudará a rehacer tu vida después de un divorcio.
Aprender de tus experiencias pasadas te ayudará a evitar cometer los mismos errores en el futuro y a construir relaciones más saludables.
«En la gran mayoría de los casos, ambas partes aportaron a que la relación no funcionara. El matrimonio es un asunto de dos. No te fustigues mas a ti mismo con preguntas de las que no necesariamente se conocerán las respuestas.»
Dra. Lis Milland (pp. 188)
La mayoría de las personas se estanca en este punto, se preguntan qué hicieron mal o acusan al cónyuge constantemente del término de la relación. Perdonar es fundamental para ser libre y avanzar.
«Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas.»
Marcos 11:25 RVC
Otra de las cosas que puedes hacer después de un divorcio es también perdonarte a ti mismo; eso es clave para seguir adelante con éxito. Dios ya te perdonó, perdona tú también.
«Yo, yo soy el que borró tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.»
Isaías 43:25 RVR1960
Establece nuevos objetivos
Establecer objetivos te dará un sentido renovado de propósito y motivación. El autocuidado son fundamentales para rehacer tu vida después de un divorcio. Prioriza tu bienestar físico, emocional y espiritual. Establece una rutina saludable que incluya ejercicio regular, una alimentación balanceada y tiempo para estar a solas con Dios. Solo Él puede sanar tu interior. Pero a ti te corresponde ser intencional y hacer todo lo necesario para salir adelante.
«Los sueños y las metas pueden generarte mucha ilusión. Todos necesitamos ese tipo de emociones para tener un sentido muy agradable de la vida.»
Dra. Lis Milland (pp. 190)
Un ejercicio práctico
Una práctica útil para rehacer tu vida después de un divorcio es llevar un diario de gratitud. Todos los días, anota al menos tres cosas por las que estás agradecido. Esto te ayudará a enfocarte en tus bendiciones y a cultivar una mentalidad de gratitud, incluso en medio de las dificultades.
Recuerda el amor que constantemente recibes de Dios mientras caminas el proceso de restauración.
Milland, L. (2021). Gana la Batalla en tu interior: Métodos eficaces contra la depresión y la ansiedad. Unilit.