Si te han herido y no sabes cómo sanar un corazón roto, en la Biblia puedes encontrar el alivio que buscas.
Hay muchas situaciones que pueden afectar tus emociones y dejarte heridas profundas. Por ejemplo: una ruptura amorosa, la pérdida de un ser amado, la traición de un amigo, las palabras ofensivas y denigrantes de alguien, etc.
Cuando pasamos por momentos así podemos sentir que todo se termina y que jamás podremos salir adelante. Sin embargo, es posible sanar un corazón roto y desarrollar un equilibrio emocional que nos permite afrontar mejor los problemas.
¿Por qué muchos no pueden sanar su corazón?
Hay muchas personas que permanecen con el corazón roto y dejan que los años pasen, como si eso fuera suficiente para obtener la sanidad. Aunque se dice que «el tiempo lo cura todo», en realidad no es así. El tiempo solo cura las heridas cuando trabajamos proactivamente para que así suceda.
Además, muchos piensan que ignorar la situación equivale a perdonar; y con esto, lo único que logran es dejar que la herida de haga más grande y solo quede bien maquillada.
Si realmente quieres encontrar la sanidad para tus emociones y bienestar general, entonces debes:
- Decidir salir de la situación en la que te encuentras.
- Tener la disposición de perdonar.
- Tener paciencia en el proceso.
Una vez que aceptas los 3 puntos anteriormente mencionados, ya puedes comenzar a trabajar en tu recuperación.
Pasos para sanar un corazón roto
Conoce tu identidad
Pero ustedes son miembros de la familia de Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios mismo los sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su luz maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha hecho.
1 Pedro 2:9 (TLA)
La Biblia repite en varias ocasiones quiénes somos delante de Dios. Esto es porque cuando sabemos nuestra identidad, no permitimos que ninguna situación nos hiera.
Es cierto que las palabras duelen —a veces hasta más que los golpes—; pero cuando conocemos nuestra identidad en Cristo, esos momentos amargos son breves y no hieren nuestro corazón.
Sin importar por lo que hayas pasado, en todo momento pídele al Espíritu Santo que te recuerde tu identidad en Jesús. Podrás tener un conocimiento más profundo al respecto si es que estudias la Biblia y desarrollas una relación estrecha con Dios.
Ora con sinceridad
El Señor siempre está dispuesto a ayudar a los que sufren y salva a los que han perdido toda esperanza.
Salmos 34:18 (PDT)
Algunos piensan que como Dios conoce nuestro corazón, no es necesario decirle cómo se sienten. No obstante, la oración es un tiempo especial para expresar nuestros sentimientos y ser honestos con Dios.
Cuando tenemos el corazón roto es probable que nos sintamos solos porque no sabemos cómo expresar el dolor. Por eso en Mateo 6:6 dice que debemos encerrarnos en un lugar privado y orar. Ora a Dios y sé honesto con Él. Dile cómo te sientes y pídele que te ayude a sanar tu corazón.
Si deseas también puedes pedirle a alguien de confianza que te ayude a orar. Esa persona no tiene que saber los detalles de tu aflicción, pero puedes contarle a grandes rasgos por qué quieres que te apoye en oración. Y si deseas, puedes escribirnos a través de este formulario y estaremos orando por ti.
Perdona
Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros.
Colosenses 3:13 (NTV)
Perdonar no significa olvidar ni aceptar el mal que te hicieron. En cambio, perdonar es liberarte de una cadena que no te permite avanzar.
Tal vez en medio del sufrimiento pienses que no puedes perdonar; y aunque este paso no es inmediato, en el futuro debes hacerlo. Esto no significa que debes esperar que la persona que te hirió muera o que le perdonarás cuando ya estés en la vejez. No. El perdón es un decisión que no puedes seguir aplazando y que más bien debes priorizar.
Si tienes problemas para perdonar, busca la ayuda de algún consejero espiritual o terapeuta que te ayude en este proceso. Recuerda que pedir ayuda no tiene nada de malo.
Cambia tu perspectiva
Pongan el corazón en las realidades celestiales y no en las de la tierra.
Colosenses 3:2 (BLPH)
El dolor nos ciega de los temas que deberían ocupar nuestro corazón. La Biblia dice que debemos priorizar las realidades celestiales, porque no fuimos creados para permanecer en la tierra para siempre.
Esto no quiere decir que tu dolor sea insignificante, sino que en el Cielo no habrá ningún problema, decepción o crisis, y allí es donde pasaremos la eternidad. Cuando te concentras en ese hecho, entonces tienes fuerzas y puedes disfrutar de la paz que Jesús da.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.