1 Timoteo 4:12 dice: “No permitas que nadie te desprecie por ser joven. Al contrario, trata de ser un ejemplo para los demás cristianos. Que cuando todos oigan tu modo de hablar, y vean cómo vives, traten de ser puros como tú. Que todos imiten tu carácter amoroso y tu confianza en Dios.” El rol de los jóvenes es importante en una iglesia; y cuando se deben hacer cambios en ella, en ocasiones puede causar discrepancias entre las generaciones más jóvenes y las adultas. Es por ello que en este tipo de situaciones se debe proceder con cautela.
En este vídeo, Danilo Montero aconseja cuál es la manera más prudente de actuar en estos casos:
Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.