Mantener tu casa en orden te da una sensación de agrado al entrar en ella. La limpieza y pulcritud evidentemente dependen de nuestro tiempo, pero como yo digo: “mi casa es lo suficientemente limpia para ser saludable y los suficientemente desordenada para ser felices”. En otras palabras: no hay que ser obsesivo…pero si ordenado.
1- Haz tu cama en las mañanas siempre.
2- Ten al lado de tu lavamanos un limpiador de vidrios y el papel para limpiarlo. Luego que te cepilles los dientes, limpia el vidrio. No toma sino diez segundos.
3- Todas las tardes después de recoger el correo, siéntate y elimina lo que no es importante.
4- Haz limpieza cada tres meses de lo que no usas. Cualquier cosa que lleves más de un año sin usar, no la necesitas. Puedes regalarlas, donarlas o venderlas. Ropa, muebles, zapatos.
5- No dejes nada tirado. Se va acumulando y luego no sabes por donde comenzar. Dedica unos minutos diarios a ordenar y limpiar. Lo que te vayas quitando lo vas guardando donde va.
6- Si no necesitas algo, no lo compres.
7- Si tienes demasiado artefactos de decoración, se hace más engorroso limpiar. Deshazte de algunos de ellos. También puedes regalarlos, venderlos o donarlos.
8- Dedica un día quincenalmente a cada clóset para organizarlo y limpiarlo de nuevo.
9- Coloca divisores en las gavetas y tramos de los clósets o gaveteros para tener mejor organizadas tus prendas.
10- Revisa tu lugar de primeros auxilios y medicamentos y deshecha lo que esté pasado de fecha de caducidad. Si hay que comprarlo de nuevo, haz tu lista y lo repones.
Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.