Tus hábitos te convierten en la persona que eres; y si quieres mejorar tu enfoque y tener más energía, debes cambiar tus costumbres y rutina.
Como cualquier cambio, al principio quizá se te haga difícil y quieras rendirte. Pero si continúas y perseveras, entonces podrás modificar el rumbo de tu vida. A continuación tenemos algunas recomendaciones para que mejores tu vida.
¿Qué hábitos ayudan a mejorar tu enfoque?
El primer paso para mejorar tu enfoque es el compromiso. Debes estar completamente decidido a tener nuevos hábitos. Tómalo como una oportunidad para demostrarte que sí puedes lograr lo que te propones. Una vez que hayas tomado la decisión de construir nuevos hábitos para mejorar tu enfoque, entonces haz lo siguiente:
1. Consume comida saludable
Lo creas o no, lo que comes afecta tu desempeño diario. Aunque la comida chatarra es rica, no te aporta los nutrientes que necesitas para tener fuerzas. Tu cerebro necesita muchos nutrientes para funcionar correctamente, y si no comes comida saludable, entonces tampoco podrás hacer con efectividad las tareas complejas.
Ten presente que comer saludable no solo se trata de verse bien, sino de cuidar tu cuerpo porque no existe un reemplazo.
2. Elimina las distracciones
La procrastinación es uno de tus peores enemigos. No podrás hacer nada si sigues posponiendo las tareas. Así que para que no priorices el placer por sobre las necesidades, elimina todo lo que te robe el tiempo.
Esta medida tal vez requiera que elimines tus redes sociales, que dejes de lado algún vicio o busques un lugar apartado. Haz lo necesario para concentrarte. Quizá te parezca raro al principio, pero con la práctica se te hará sencillo.
3. Distribuye bien tu tiempo
Algunos piensan que enfocarse significa sentarse para hacer una tarea y no descansar hasta terminarla. No obstante, la productividad funciona mejor cuando distribuimos bien el tiempo.
Hay técnicas que puedes emplear para usar bien tu tiempo. Por ejemplo, puedes dedicar 20 minutos a un deber y luego descansar 5. Puedes acomodar el tiempo como mejor te parezca, pero recuerda que el tiempo de descanso no debe ser mayor al de enfoque.
4. Trabaja en el manejo del estrés
Un hábito que te ayudará a mejorar tu enfoque y te dará más energía es el manejo del estrés. Cuando controlas el estrés aprendes a no abrumarte por tus deberes ni caes en la fatiga. Por eso es primordial que practiques el dominio propio y regules tus pensamientos. Cuando tienes algún pensamiento negativo, cámbialo por alguno positivo. Si no se te ocurre alguno, lee algunos versículos bíblicos que te ayuden a pensar en las bendiciones de Dios.
5. Haz una cosa a la vez
Puedes hacer muchas cosas a la vez, pero eso no garantiza que las hagas bien. Y es que la multitarea no es el mejor camino a la productividad. Cuando tengas mucho por hacer, enfócate en lo más urgente primero y trabaja en lo demás. Hacer mucho al mismo tiempo dividirá tu enfoque y eso se mostrará en la calidad de lo que hagas; así que mejor haz una cosa a la vez.
Recuerda que los hábitos se construyen con el tiempo. Cambiar tu dieta, distribuir bien tu tiempo o eliminar las distracciones solo por un día no marcará la diferencia. Pon una meta de cambiar tus hábitos por un mes. En cuanto termine ese plazo verás que en lo sucesivo ya no tendrás que empujarte para hacer lo correcto, sino que será parte de tu rutina.