Lastimosamente, la envidia está presente en todo lugar; por lo tanto, no sorprende que también se manifieste en centro de trabajo. La alta competitividad laboral hace que las personas recurran a todo tipo de métodos para sobresalir, y si lo logran, es muy probable que sean víctimas de la envidia de los demás. Si esto te ha pasado -o está ocurriendo- en tu trabajo, considera estos consejos para enfrentar esta situación:
No te lo tomes personal
Es importante que entiendas que no puedes controlar los sentimientos de los demás. No obstante, lo que sí puedes controlar es cómo reaccionas ante ellas. Si te enfocas demasiado en la actitud negativa del resto hacia ti, el único que saldrá perdiendo eres tú. La próxima vez que la envidia de tus compañeros se muestre en sus gestos, palabras o acciones, no lo tomes personal. Piensa que probablemente su envidia sea un mecanismo de defensa para ocultar su frustración. Sin embargo, no te pongas a analizar el porqué de este comportamiento pues no conoces el corazón de la gente. En cambio, concéntrate en dar lo mejor en tu trabajo y en construir relaciones saludables con tus compañeros.
Identifica qué acciones provocan envidia
¿Alguna vez te has puesto a pensar si la envidia hacia ti tiene un buen fundamento? Hay personas que adquieren cargos por sus influencias, mediante sobornos u otras tácticas no éticas. Cuando alguien se esfuerza y ve que otro recibe más reconocimiento sin mérito propio, es comprensible que sienta envidia. Puede ser difícil de admitir, pero debes reconocer si ese es tu caso. Si alguna de tus acciones no ha sido moralmente correcta y has utilizado métodos fraudulentos para ascender en tu empleo, no te sorprendas si la gente te envidia. Lo que puedes hacer para remediar esta situación es comenzar a trabajar honestamente de ahora en adelante. Prueba que mereces el puesto en donde estás. Esfuérzate al doble y no vuelvas a cometer los errores del pasado.
Ahora bien, también hay gente que envidia cuando otros tienen talentos que ellos no. Si te has ganado tu posición en base a tu desempeño y tus conocimientos, pero aun así tus compañeros te envidian, ¡no te desanimes! No cometas el error de dejar de ser eficiente solo para complacer al resto. Continúa con tu buen trabajo y da lo mejor de ti en cada cosa que hagas. Si puedes, ofrécete a enseñar a otros que recién comienzan y comparte tus conocimientos. ¡Se aprende el doble cuando enseñas!
Haz que los demás te conozcan
Los prejuicios son barreras que nos impiden acercarnos a los demás, pero una vez que nos deshacemos de ellas, podemos comenzar a construir relaciones. Tal vez tus compañeros tienen una idea errada de ti, así que dales la oportunidad de conocerte. Muéstrate abierto a las conversaciones, por más triviales que parezcan. Demuéstrales que tienes mucho más que ofrecer aparte del trabajo y que quieres brindarles tu amistad. Un cambio positivo de actitud puede hacer que la envidia se vaya y no vuelva más.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.