La intervención temprana para el autismo debe ocurrir antes de los tres años de edad, cuando el cerebro aún está en desarrollo.
En esta etapa, las estructuras cerebrales pueden adaptarse y desarrollarse mucho más fácilmente que en cualquier momento posterior de la vida. Es por eso que se sugiere que el tratamiento sea lo más temprano posible para ver mejores resultados.
El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.
Proverbios 27:12 (NVI)
Es un hecho que un tratamiento temprano no solo les permite a los niños el mejor comienzo posible, sino también una gran oportunidad para desarrollar todo su potencial. En otras palabras, cuanto antes reciba ayuda un niño con autismo, mayores serán sus posibilidades de aprender y progresar.
De hecho, los estudios recientes confirman que la intervención temprana para el autismo brinda grandes beneficios. Además, se sugiere comenzar la terapia conductual y de desarrollo integrada tan pronto como se diagnostique o se sospeche seriamente del autismo.
El autismo representa muchas complejidades que no se pueden explicar en una sola línea. Dos niños con autismo son tan complejos como diferentes entre sí. Por lo general, se trata de categorizar el autismo de “alto o bajo funcionamiento”.
Aunque esto puede ser cierto por la capacidad que un niño tenga para retener información, pero no para su capacidad para concentrarse y prestar atención (por ejemplo). Es debido a esta complejidad en cada ser humano con autismo que intervenir a tiempo es lo mejor que podemos hacer, si queremos aumentar las posibilidades de éxito.
Veamos algunos beneficios específicos de la intervención temprana en niños con autismo.
La intervención temprana puede significar detectar y corregir problemas de autismo en un punto crítico en el desarrollo del niño. Esto se debe a que la mejoraría en un área puede transferirse a otras.
El deterioro social es una de las áreas principales del déficit en niños con autismo, porque la capacidad para relacionarse con los demás no existe o está disminuida. Pero al tener una intervención temprana en niños con autismo, las terapias y los tratamientos mejoran constantemente esa capacidad de los niños para empatizar con los demás.
Sin duda, una intervención temprana en un niño con autismo puede ayudarlo a aprender cómo calmar sus miedos y frustraciones, y aprender a sobrellevarlos de manera constructiva.
Cuando los padres conocemos el mundo de nuestro hijo con autismo, podemos encontrar un grado de empatía y conexión que de otra manera no se podría lograr. Además, podremos ayudar a mantener bajo control los comportamientos negativos que el autismo puede causar al resto de la familia.
El resultado de toda esa mejora es que los niños con autismo prosperan y, como resultado, la familia también. Esta es la mejor forma de ayudar a un niño con autismo a alcanzar todo su potencial.
También te sugiero veas este video con información adicional sobre este tema.
¿Qué otros beneficios conoces de la intervención temprana en niños con autismo? Escribe debajo tus ideas y comentarios. Recuerda que la persona más importante para ayudar a tus hijos, eres tú. ¡Tú puedes!
Si sospechas que tu hijo está dentro del espectro autista y quieres detectar el autismo consulta urgente con tu pediatra. Envíame tus preguntas al correo electrónico musikhope4kids@gmail.com.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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