¿Te ha pasado que una que otra vez sientes un desánimo que no sabes de donde viene? Todo te está saliendo bien y sin embargo no logras sentirte satisfecha, no logras quitarte esa especie de nube oscura que sientes sobre ti.
Hay muchas causas que te pueden hacer sentir así. Siempre se trata de un déficit o falta de algo. A veces puede ser incluso deshidratación.
El trastorno también puede ser causado por las hormonas, o puede ser por un exceso de calcio. Si consumes muchos lácteos, te sobreviene una hipocalcemia, y entre tantos otros factores que afecta, te puede poner triste o irritable. Otro de los síntomas de éste déficit son calambres en las extremidades.
El cuerpo debe estar siempre con un balance entre el calcio y el magnesio para que esto no ocurra.
Cuando no conseguimos la razón de nuestra desazón, de nuestra falta de alegría, y si no es por largos períodos, puede ser este único factor.
Analiza si has comido un exceso de lácteos o si has ingerido grandes cantidades de comidas ricas en magnesio, como almendras, salvado de trigo, semillas de calabaza, nueces de Brasil o semillas de girasol.
Y mucho más allá… cuando no has tenido un encuentro con Jesús, si no dedicas un tiempo a diario con Él y por ende no llegas a saber, a descubrir tu propósito en la vida, eso te puede hacer sentir así, vacía. Pero Él está ahí a tu lado. Sólo tienes que hablarle y pedirle que entre en tu corazón.
Déjame saber qué te pareció el blog o si deseas conocer más acerca de Jesús y tu propósito.
Dios te bendiga.
Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.