Voy a profundizar todavía un poco más la idea que es importante cuidar todas las vidas. Publiqué aquí hace unos días “Un genocidio de clama por ser reconocido”. Es parte de un conjunto de notas escritas donde insisto en la necesidad de mirar la vida humana en todas sus expresiones. Y como parte de nuestro máximo interés.
Como postura personal, no como absolutismo conceptual, afirmo lo siguiente: Creo que la vida es un bien que se inicia en la gestación y termina, al menos en su manifestación física, con la muerte. Eso establece los límites de mi reflexión más allá de posturas puntuales de controversia.
No me parece que la vida sea solamente la existencia física. Alguna vez habrán escuchado decir a alguien que sufre: “Esto no es vida”. Sin embargo, no siempre se refiere a una enfermedad o la pérdida de un ser amado. También se dice algo así a causa de la pobreza, de no tener un lugar para vivir o por la explotación laboral.
La vida precisa de un cierto nivel de bienestar físico y emocional. Eso incluye alimentación adecuada, vivienda, salud, educación, seguridad, trabajo, relaciones significativas.
Calidad de vida y desarrollo humano
Se llama calidad de vida a ese nivel que mencionamos que proporciona agrado, libertad y paz. Pero no es solamente posesión de cosas. Es la posibilidad de que tales bienes permitan a las personas satisfacer progresivamente otras necesidades y culminen en una plena realización personal. La ausencia de tales oportunidades es una expresión mucho más amplia de la pobreza.
Por cierto, los bienes materiales son necesarios para el desarrollo humano. Piénsese en cuántos chicos y chicas no pudieron asistir a clases virtuales durante la cuarentena por no disponer de computadora y acceso suficiente a internet. Si se fijan bien, el resultado de esa carencia no es físico. Limitará seriamente las posibilidades del crecimiento que otorga la escuela.
Por qué es importante cuidar todas las vidas
Es importante porque la vida no es un tema “valórico”. La vida es la esencia de todo. Sobrepasa largamente la discusión de los valores, porque éstos pueden ser atribuidos. Pero la vida no es atribuida. Es por derecho propio un bien fundamental.
Me hago cargo que a filósofos y pensadores profesionales expertos estas palabras les parezcan pobres e ingenuas. Seguramente. Pero al menos proponen una mirada que no se estaciona en las palabras.
Las palabras son descripciones. Pero el dolor, el hambre, la tristeza, la falta de oportunidades se viven en el cuerpo y en la mente. Son reales, aunque no haya palabras para expresarlo.
Mujeres, niñas y niños, adolescentes que sufren abuso de todo tipo. Esclavitud laboral y salarios injustos. Destrucción del ecosistema con resultado de millones de muertes. El hambre, la guerra, la corrupción que también mata. Hay que pensar cuántas personas mueren por estas causas y a las cuales es imperativo proteger y defender. Por una razón muy simple: es importante cuidar todas las vidas.
Creo que la gran cantidad de gente cristiana que acude a este sitio en busca de orientación y conocimiento no debería necesitar una mayor explicación.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.