La ciudad y el virus

La ciudad y el virus

[Los humanos] se trasladan a un área, y se multiplican y multiplican hasta consumir cada recurso natural. La única forma de sobrevivir, una vez que han agotado todo, es instalarse en otra área. Existe otro organismo en este planeta que sigue el mismo patrón: el virus. Los seres humanos son una enfermedad, un cáncer para este planeta, una plaga…

Palabras del Agente Smith a Morfeo, Película Matrix, 1999

Estas fuertes palabras, pese a ser ficción, se acercan mucho a la realidad. Y donde se cumplen más cabalmente es en las grandes ciudades. Los habitantes de la ciudad consumen creciente e insaciablemente todos los recursos disponibles: aire, electricidad, agua, combustibles, espacios verdes, productos agrícolas, manufacturas, entre muchas otras cosas.

Viví de niño en un barrio formado por grandes casaquintas con gigantescos eucaliptus, plátanos orientales, álamos, acacias y pinos. Había espacio para pequeñas huertas y criar gallinas, patos y conejos. Era un mundo gigantesco para nuestras fantasías infantiles.

Poco a poco esas casas fueron desapareciendo, reemplazadas por edificios de departamentos. Así, en el mismo espacio donde vivía una familia de cinco o siete personas, hoy habitan 150 o 200 personas. Todo reducido a minúsculos dormitorios, cocinas, salas y balcones.

La ciudad desespera y destruye a pausa la paz de la mente. Millones de personas se trasladan de un lugar a otro de la ciudad durante una o dos horas para llegar a sus trabajos. Lo mismo ocurre a su regreso. Sesenta o más horas mensuales consumidas sólo en transporte.

Se vive en ambientes alterados en los lugares de trabajo, conflictos en las calles, violencia doméstica, delincuencia, abuso y pobreza. A unas cuantas cuadras de los exclusivos barrios cerrados y mansiones se multiplican villas y campamentos de miseria y hacinamiento.

El primer registro de la construcción de una ciudad en la Biblia no surge como una idea de Dios sino más bien en contra de Su idea. Se atribuye a Nimrod la construcción de Babel. Nótese que la torre era simplemente un símbolo. La idea de Nimrod era la ciudad.

Desde entonces, miles y miles de personas cada año emigran a las ciudades como resultado de pésimas políticas públicas. El campo, que debería ser el lugar de la mayor riqueza y de amplios espacios para vivir, está abandonado.

Y la ciudad sigue creciendo y va aniquilando la vida de millones de personas, tanto o más que un virus.

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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