Me pregunto si será que se necesita el fracaso para tener éxito en algo. Porque he notado que muchas personas han tenido que llegar al fondo para impulsarse y comenzar algo fuera de serie. Honestamente, no creo que sea un requisito. Ha ocurrido, pero no tiene que ocurrir siempre para lograr triunfar.
Cambios radicales, tragedias sobre las que han logrado el éxito
Tomemos como ejemplo las vidas de quienes han tenido cambios radicales. Mujeres como Irene Villa que quedó sin piernas tras una explosión de carro bomba. María Belón, sobreviviente del tsunami en Tailandia en el 2004. Hombres como Oscar Pistorius atleta paralímpico sudafricano… que luego fue acusado de homicidio. Pero tuvo que vencer haber nacido sin los peronés y llegó a participar en los Juegos Olímpicos. El abogado y ahora conferencista mexicano que quedó sin brazos ni piernas a los 18 años tras un accidente laboral, Aaron Acosta a quien entrevistó Ángel Galeano en su programa Uno nunca sabe. La tragedia no fue un fracaso para ellos y con esfuerzo lograron el éxito.
Se necesita actitud, superación, esfuerzo y tenacidad
Lo que vemos en casos como estos, es la actitud que han tomado ante la tragedia. Es la manera como se han levantado. La decisión que tomaron ante la vida, de seguir adelante, de superar el desánimo que a cualquiera lo invade por los sucesos que ellos sufrieron. El esfuerzo y la tenacidad de vencer obstáculos y el enfoque en lograr vivir normalmente a pesar de todos los impedimentos. No necesitaron el fracaso para obtener éxito. En este caso fueron tragedias que los impulsaron.
No es necesario llegar al fondo, al fracaso para lograr el éxito
No siempre se necesita caer al fondo o sentir el fracaso para tomar impulso y obtener el éxito. Uno puede buscar fondos motivacionales, personas que nos impulsen, algo que nos inspire, deseos que nos apasionen y nos muevan a lograr objetivos. Son oportunidades que tenemos por estar vivos, si las queremos aprovechar. No rendirnos ante un fracaso. No descartar el éxito que podemos lograr. El saber que Dios está con nosotros y recordar que es el Todopoderoso, nos tiene que respaldar.
Tener la conciencia del tiempo nos aleja del fracaso
La vida es una, y el tiempo es precioso. Cada segundo que pasa se fue. Si tomamos cada segundo como el principio de una nueva oportunidad, cada día que nos despertamos como un nuevo comienzo, una nueva ocasión para lograr lo que anhelamos, viviríamos y haríamos mucho más. No temamos al fracaso y busquemos el éxito hallando motivaciones.
Hazme saber, Señor, el límite de mis días, y el tiempo que me queda por vivir; hazme saber lo efímero que soy.Muy breve es la vida que me has dado; ante ti, mis años no son nada. ¡Un soplo nada más es el mortal!
Salmos 39:4-5 (NVI)
Si tenemos esa conciencia de que la vida puede cambiar completamente en un instante, aprovecharíamos mucho mejor nuestro tiempo para hacer cosas productivas y tener éxito sin necesidad de tener el fracaso o una tragedia para ello.
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