Hay tantas tareas y responsabilidades que nos exige la vida, la familia, el trabajo e inclusive la iglesia, que podemos perdernos en ellas y sumergirnos en cumplirlas a cabalidad; sin embargo, ¿es eso lo que necesitamos? ¿llenarnos de deberes? o ¿necesitamos sentarnos a los pies de Jesús?
Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
Lucas 10:38-40 (RVR 1960)
Spurgeon menciona al respecto: «El espíritu de Marta dice, si el trabajo está hecho, ¿no es eso todo? El espíritu de María se pregunta si Jesús se agrada o no. Todo debe hacerse en su nombre y por su Espíritu, o no se hace nada.»
A los pies de Jesús con un corazón dispuesto
Marta no hizo nada malo al querer atender bien a Jesús, el detalle es que se preocupó mucho en los quehaceres, se entretuvo en ellos antes de concentrarse en su invitado especial.
Podemos ir a la iglesia o podemos orar y servirle, pero si nuestro corazón no está dispuesto a estar a los pies de Jesús para escucharle y aprender, pasa a ser sólo una actividad más que realizamos en la vida.
Detengámonos y sentémonos en su regazo para escuchar, obedecer, para ser sumisos, para que nuestra fe crezca, para ser sus verdaderos discípulos y para que recibir de su amor.
Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Lucas 10:41 (RVR 1960)
Oración del día
Gracias Señor por este tiempo de oración, porque puedo ponerme a tus pies para escucharte. Ayúdame a no perderme sólo en los afanes de la vida, sino que en mi diario andar me ponga a tus pies para escucharte y aprender más de ti.
Habla a mi corazón y permíteme crecer en la fe, en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
Si estás perdiendo la comunión con Dios por estar afanado, ¿qué cambios realizarías para que tu relación con Él mejore?