En cierta ocasión un predicador hablaba a un grupo de granjeros y les decía: “Algunos hombres son como ciertos animalitos, que no pueden mirar arriba a menos que estén tumbados de espaldas. Afanados por las cosas de aquí abajo, no encuentran tiempo más que para sembrar, trabajar, etc. Hasta que el Señor, en su misericordia, los tumba de espaldas: alguna enfermedad, un desastre, aflicción, etc. Entonces se dan cuenta de que “arriba” hay algo de mucho más valor que todas aquellas cosas que con tanto afán buscaron por el suelo”.

Las ocupaciones de esta vida y sus afanes pueden llegar a mantenernos con la mirada fija en las cosas terrenales, en lo pasajero, en lo urgente pero no en lo que realmente es importante. Entonces, cuando hemos perdido la perspectiva, Dios decide en su misericordia ponernos un alto y, de repente  por alguna circunstancia, nos encontramos de espaldas con la mirada hacia arriba.

“Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten”.  Mateo 6:33 (NTV)

Si bien es cierto que debemos trabajar y esforzarnos para salir adelante, lo más importante es mirar hacia arriba, tener puestos los ojos en Dios y en aquellas cosas que alimentan nuestro espíritu, que nos hacen crecer más y acercarnos más a nuestro  Creador.

“No se preocupen tanto por las cosas que se echan a perder, tal como la comida. Pongan su energía en buscar la vida eterna que puede darles el Hijo del Hombre…” Juan 6:27 (NTV)

Si estás enfrentando problemas  recuerda que Dios te ama tanto que desea recordarte que debes levantar tu mirada, Él tiene grandes cosas para ti pero necesita que  mires hacia arriba. ¡Confía en Dios!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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