Los Israelitas estaban llenos de miedo al ver que los egipcios los alcanzaban para matarlos con todo su ejército y carros de guerra. Entonces, comenzaron a clamar al Señor por ayuda y muchos de ellos empezaron a reclamarle a Moisés diciendo: ¿Por qué nos trajiste aquí a morir en el desierto? ¿Por qué nos obligaste a salir de Egipto? ¿No te dijimos que esto pasaría?

Moisés les respondió: “No tengan miedo. El Señor mismo peleará por ustedes. Solo quédense tranquilos. Luego el Señor le dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? ¡Dile al pueblo que se ponga en marcha! Toma tu vara y extiende la mano sobre el mar. Divide las aguas para que los israelitas puedan pasar por en medio del mar, pisando tierra seca.”. Éxodo 14.15-16. (NTV)

Muchos pensamos que Dios peleará la batalla por nosotros sin que nos involucremos en la misma, pero estamos equivocados. Si bien uno debe confiar en el Señor, eso no quiere decir que debemos quedarnos sin hacer nada, por eso Dios le dijo a Moisés: “¿Por qué clamas a mí? ¡Dile al pueblo que se ponga en marcha!”.

Hay personas que piden a Dios por su matrimonio pero no hacen nada para mejorar. Hay otros que oran por un trabajo pero no salen a buscarlo. Muchos anhelan un ministerio pero no sirven en nada en la iglesia. Y así podemos seguir mencionando las cosas que uno desea tener, pero si no hacemos algo, seguiremos sin recibir.

¿Estás enfrentando problemas que parecen no tener solución? ¿Has clamado a Dios y esperado en sus promesas, pero la respuesta no llega?

Analiza si después de orar has intentado buscar la solución a tu problema, si no lo has hecho, empieza hoy. Ora y usa lo que Dios ya te dio, como en el caso de Moisés, que tenía la vara en su propia mano y sólo debía extenderla. A veces, la mayoría de las soluciones a nuestros problemas están en nuestras propias manos, porque Dios siempre nos da sabiduría y recursos para que, con su bendición, resolvamos nuestras situaciones.

Dios te respaldará y no te abandonará. Solamente necesitas confiar en Él y buscar cómo solucionar  la situación que tienes.

Oremos:

Señor, hoy me doy cuenta que me falta dar ese primer paso de fe, por favor ayúdame y dame sabiduría para solucionar mis problemas. Que mis oídos puedan estar atentos a tus instrucciones y mandamientos. Yo sé que Tú me has dado recursos para salir de mi situación y estoy seguro que con tu ayuda lo lograré. Me encomiendo en tus manos y creo que serán tiempos mejores para mi vida, en el nombre de Jesús, amén.”

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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