La luz de Dios

Es muy sorprendente ver cómo la maldad en el mundo se está extendiendo sin freno. Más aún cuando la gente ya no esconde su desprecio hacia la luz de Dios, sino que prefieren la oscuridad.

Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas.
Juan 3:19 (NTV)

Jesús fue enviado para salvar y el que lo rechaza se condena a sí mismo. La atracción hacia el mal puede ser tan grande que son enceguecidos para perdición. Sin embargo, la luz está presente, y no debemos desperdiciar las herramientas que Dios nos dio para esta batalla.

La fe, la oración, la predicación de la Palabra debe seguir expandiéndose y nosotros, como hijos de Dios, debemos interceder para que la luz de Dios llegue a todo el mundo.

Con tu oración la luz de Dios se extiende

Aunque no podemos obligar a nadie a creer, tenemos al Espíritu Santo quien convence de pecado de justicia y de juicio. Debemos clamar que Él obre en los que están en oscuridad.

Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
Juan 16:8-11 (RVR 1960)

La oración abre puertas y tiene gran poder ante Dios. Interceder por nuestra familia, amigos, nuestra ciudad, país y mundo, es lo que ayuda a que la luz disipe la oscuridad en la que están sumergidos.

Dios ama a la humanidad y quiere que todos procedan al arrepentimiento, nuestra tarea como cristianos es transmitir el mensaje de salvación.

Oración del día

Señor, te pido que tu luz llegue a toda mi familia, a mis amigos, a la gente de mi ciudad. Que te conozcan y que toda incredulidad caiga. Alumbra sus vidas con tu luz, Dios.

Te ruego que toques los corazones endurecidos, los que están en tinieblas, que lleguen a conocerte y conocer de la salvación de Jesús.

Gracias por rescatar esas vidas, porque creo que ellos te conocerán y serán salvos. En el nombre de Jesús, amén.