Más que una fiesta para celebrar

Si bien todos sabemos que la Navidad nos recuerda el nacimiento de Jesús, nuestro Salvador, a veces la gente olvida el significado y se enfoca solamente en los regalos para la familia o los amigos. Sin embargo, la Navidad es más que una fiesta para celebrar.

Todo lo que Cristo nos ha dado

En el libro de Ilustraciones de Samuel Vila, encontramos una lista con algunas cosas que Jesús nos dio:

Un amor que no puede ser sondeado;

Una vida que nunca muere;

Una virtud que no se puede empañar;

Una paz más allá de toda comprensión;

Un descanso que no se puede perturbar;

Una alegría que no puede decrecer;

Una esperanza que no puede ser defraudada;

Una gloria que no puede nublarse;

Una luz que no se puede apagar;

Una felicidad sin interrupción;

Una fuerza que no se debilita;

Una pureza que no puede ser manchada;

Una belleza que no se puede marchitar;

Una sabiduría que no puede ser confundida;

Unos recursos que no se pueden agotar.

Son muchas cosas que no son perecederas ni fáciles de hallar, y es probable que tu puedas agregar más cosas a esa lista.

No es solamente una fiesta más para celebrar, ¡es Navidad!

Si bien puede ser que esta no sea la fecha exacta en la que nació Jesús, y es probable que haya sido en otra época del año. Lo importante no es el día específico, sino lo que recordamos en él, su significado.

El Rey del universo, el Dios Soberano y Todopoderoso, decidió dejar su trono para darnos la salvación y junto a ese precioso regalo, nos dio muchas cosas más.

En estas fiestas no te enfoques en los regalos materiales para los demás, no te aflijas si no tienes dinero para comprar cosas o hacer una gran celebración, recuerda que lo importante no son las cosas, sino el motivo de la Navidad y ¡Jesús es el motivo! Comparte con los que amas y muestra a todos el amor de Dios a través de tu vida, de tus acciones.

Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Isaías 9:6 (NTV)

Oración del día

Amado Padre, muchas gracias por tu amor infinito, por mandar a tu Hijo a morir por mis pecados. Gracias por tu compasión y misericordia hacia mi vida. Perdóname si es que me afano en los regalos o la comida y pierdo de vista el verdadero motivo de esta celebración. 

Ayúdame a poder mostrar tu amor a través de mi vida, que yo pueda ser un instrumento en tus manos para hablarles de ti a los demás. En el nombre de Jesús, amén.