Hace unas semanas nos trasladamos a nuestra propia casa y en el afán de acomodar nuestras pertenencias iba descubriendo cosas que no usábamos o que incluso resultaban ser basura, pero estaban guardadas, ocupando un espacio en nuestro hogar.

¿Cuánta basura guardamos en nuestro ser, que en vez de retirarla de nuestra vida continuamos amontonándola? Por ejemplo, el rencor a personas que nos hicieron daño, pero continuamos guardando ese dolor y haciendo que nuestro corazón se amargue en vez de liberarlo de todo resentimiento.

Es importante hacer un limpieza y examinar qué realmente vale la pena guardar y cuidar y qué no. Si estamos en Cristo nuestra actitud debería ser retirar todo lo que nos aparta de su camino y nos aleja de la voluntad perfecta de Dios.

“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”

2 Corintios 13:5

Deshazte de lo que no te permite crecer en la fe, de todo sentimiento negativo que te impide seguir la guía de Dios, debes considerar que el pecado nos aleja de Él.

Te aseguro que te alivianará el peso y podrás proseguir con mucha fortaleza el camino de Dios.



El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario