Los últimos acontecimientos naturales de alta intensidad que están ocurriendo en el planeta nos deben llevar a reflexionar y cambiar de actitud, no podemos esperar a que la situación en la tierra empeore para empezar a buscar verdaderamente a Dios y vivir conforme a su voluntad. “Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora, mientras está cerca.” Isaías 55:6 (NTV)

Que no sea demasiado tarde el día que te des cuenta de lo que está por venir y empieces a buscar a Dios. La Biblia dice que en los días, antes del diluvio, la gente disfrutaba de banquetes, fiestas y casamientos, hasta el momento en que Noé entró en el arca. Llegó el diluvio y arrasó con todos.

“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.” Mateo 24:42-43. (RVR1960)

La palabra velar significa vigilar, cuidar, estar atento, ser un atalaya, estar despierto cuando otros duermen; y es una virtud que no debe faltar en la vida del creyente porque es parte de la armadura de Dios. “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” Efesios 6:18.

No esperes a que algo suceda en tu vida, familia o país para darte cuenta del tiempo en que vives. Jesús describió los acontecimientos finales del mundo en su palabra (La Biblia) En Mateo 24:35 dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”

Este podría ser el último año, mes, la última semana, hora o minuto para que el Señor llame a su Iglesia. ¡Velemos en todo tiempo y esperemos en Él sabiamente!

Oremos:

“Dios amado, gracias por hablarme y hacerme entender que debo estar atento, velando a toda hora y momento en oración. Te pido perdón por dejar de buscarte todos los días y dedicarme a otras cosas. A partir de hoy volveré a mi comunión contigo y seguir tus instrucciones para anunciar tu mensaje. Gracias Señor por esta nueva oportunidad y comienzo, te encomiendo mi vida, familia y país para que nos cuides, en el nombre de Jesús. Amén.”

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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