Todos los seres humanos somos pecadores, y el pecado nos aleja de Dios. No tenemos poder para cambiar esta situación; pero Dios sí. A través de Su Hijo, Jesús, Dios nos da Su gracia y nos perdona cualquier falta que hayamos cometido. Es Su gracia la que nos permite ser salvos.
Estos versículos bíblicos nos recuerdan que la gracia de Dios es un regalo inmerecido; pero que está disponible para todo aquel que quiera aceptarlo.
Versículos bíblicos sobre la gracia de Dios
Pero él me ha dicho: «Con mi gracia tienes más que suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por eso, con mucho gusto habré de jactarme en mis debilidades, para que el poder de Cristo repose en mí. Por eso, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en las afrentas, en las necesidades, en las persecuciones y en las angustias; porque mi debilidad es mi fuerza.
2 Corintios 12:8-10 (RVC)
Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.
Hebreos 4:16 (NTV)
No crean que la Escritura dice en vano: «Ardientemente nos desea el Espíritu que él ha hecho habitar en nosotros.» Pero la gracia que él nos da es mayor. Por eso dice: «Dios se opone a los soberbios, y da gracia a los humildes.» Por lo tanto, sométanse a Dios; opongan resistencia al diablo, y él huirá de ustedes.
Santiago 4:5-7 (RVC)
Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.
Efesios 2:8 (NTV)
Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.
2 Timoteo 1:9 (NVI)
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:14 (RVR1960)
Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados.
Efesios 1:7 (NTV)
Sin embargo, no estimo que mi vida sea de ningún valor ni preciosa para mí mismo, con tal que acabe mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Hechos 20:24 (RVA-2015)
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