¿Puedes hacer una lista de todo lo que tienes y en realidad no lo mereces? Desde algo sencillo como un vaso de agua hasta el amor de un ser querido. Quizás hay algo que tienes sin merecerlo.
Sin merecerlo tenemos el amor de Dios
Sea que tengamos una vida impecable a nuestro parecer y nos sintamos merecedores de todo lo que tenemos porque nos sacrificamos para obtenerlo, el amor de Dios es algo de lo cual nadie es merecedor, por muy bueno que sea.
El amor de Dios nos fue dado por gracia, misericordia y por el sacrificio de Jesús. Ese amor tan maravilloso cubre multitud de pecados y nos hace merecedores de lo que estamos muy lejos de alcanzar, la salvación.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Efesios 2:8-9 (RVR 1960)
Sin merecerlo Dios nos dio la oportunidad de experimentar de su amor tan grande, de iniciar una vida nueva en Él, de conocerlo y saber que nuestra existencia no es casualidad.
¿Agradeces por aquello que tienes sin merecer?
El agradecimiento nace de un corazón que reconoce el favor que recibe, nuestro Dios nos da cada día algo diferente, que muchas veces pasa desapercibido por los afanes de la vida.
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
Colosenses 3:15 (RVR 1960)
Mira a tu alrededor y con un corazón humilde agradecer todo lo que tienes sin merecerlo.
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