David amaba a Dios y confiaba tanto en Él que nos reiteró en sus Salmos que, aunque no nos parezca, la vida es breve.
El Rey David era un hombre que expresaba lo que sentía y practicaba lo que predicaba. Salmos 39 nos lo deja ver perfectamente. Incluso habla de lo terrible de permanecer callado. Le fascinaba compartir tiempo con Dios y le escribía canciones, tocaba su arpa para Dios.
En el siguiente versículo el tema de su pasión era la fragilidad de la vida. Todos sabemos que hoy estamos y podemos estar caminando por una acera, sin mayor peligro y podemos dejar de existir en un instante. A un auto se le fueron los frenos, perdió el control y nos llevó por delante. Sin embargo, no vamos por la vida con ese temor. Sabemos que, aunque no nos parezca, la vida es breve. Pero también podemos estar seguros de que estamos bajo la protección de Dios si hemos puesto nuestras vidas en Sus manos.
La vida que me has dado no es más larga que el ancho de mi mano. Toda mi vida es apenas un instante para ti; cuando mucho, cada uno de nosotros es apenas un suspiro.
Salmos 39:5 NTV
En realidad, la vida no sólo es breve, es como un suspiro
Puede que pensemos que nuestra vida es como un suspiro. Pero si es un suspiro de Dios, recordemos que con ese suspiro nos puede dar vida. Debemos confiar en Dios, creyendo en Su gran amor que nos protege a diario y nos guarda de todo mal. Es mejor vivir la vida con la certeza de que es breve, aunque no nos parezca. Así apreciaremos y aprovecharemos cada segundo de esta.
Luego el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se convirtió en un ser viviente.
Génesis 2:7 NTV
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.