Con verdadera autoridad
Con verdadera autoridad

Con verdadera autoridad

La gente se asombraba de la autoridad con la que hablaba Jesús. Lamentablemente los maestros de la ley religiosa habían perdido esa autoridad, se habían ganado la admiración de muchos, pero habían alejado a tantos de lo que era realmente Dios. 

Cuando Jesús terminó de decir esas cosas, las multitudes quedaron asombradas de su enseñanza, porque lo hacía con verdadera autoridad, algo completamente diferente de lo que hacían los maestros de la ley religiosa. Mateo 7:28-29 (NTV)

Eso ocurrió luego de dar el sermón en el monte y, en ese caso, la palabra autoridad a la que se refieren, en griego significa «con dominio, poder, en control». No tuvo que gritar para ejercer esa autoridad. De hecho, fue esa autoridad la que sacudió a todos y por lo cual lo consideraron peligroso. 

Jesús hizo bien en no responderles cuando Le preguntaban quién le había dado la autoridad para decir lo que decía y hacer lo que hacía. No había necesidad de contestarle al demonio acerca de dónde obtuvo Su autoridad espiritual. 

Y Él tuvo esa autoridad, no solo en el púlpito, sino sobre todos los poderes satánicos, sobre el mar cuando lo calmó. Tuvo autoridad al hacer revivir a los muertos. Su autoridad fue tan grande, el momento en el que lo fueron a llevar a las autoridades, que cuando respondió, todos los soldados con armamentos cayeron de espaldas. 

Cuando lo iban a apresar mostró Su verdadera autoridad

Jesús ya sabía todo lo que le iba a suceder, así que salió al encuentro de ellos. —¿A quién buscan? —les preguntó. —A Jesús de Nazaret —contestaron. —Yo Soy —dijo Jesús. (Judas, el que lo traicionó, estaba con ellos). Cuando Jesús dijo «Yo Soy», ¡todos retrocedieron y cayeron al suelo!  Juan 18:4-6 (NTV)

En la barca calmó las olas

Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!». De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma. Luego él les preguntó: «¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?». Los discípulos estaban completamente aterrados. «¿Quién es este hombre? —se preguntaban unos a otros—¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!». Marcos 4:39-41 (NTV)

Al resucitar a Lázaro

 Entonces Jesús gritó: «¡Lázaro, sal de ahí!». Y el muerto salió de la tumba con las manos y los pies envueltos con vendas de entierro y la cabeza enrollada en un lienzo. Jesús les dijo: «¡Quítenle las vendas y déjenlo ir!». Juan 11:43-44 (NTV)

Es maravilloso sabernos amados, perdonados y reconciliados con Dios a través de Jesús. Y sabiendo de Su poder y autoridad, no debemos temer. Las batallas que enfrentaremos, las tendremos ganadas.

Oración del día

Amado Dios, gracias porque nos amas tanto. Gracias porque nos proteges y nos dejas saber de Tu inigualable poder. Que yo tenga siempre presente que eres Tú quien gana mis batallas, que no debo temer nunca, porque Tú estás de mi parte y eres más poderoso que cualquier cosa que podamos enfrentar en este mundo. 

Perdona las veces que me he sentido angustiado. Te amo y te necesito. Sin Ti nada soy. Oro en el nombre de Cristo Jesús, amén. 

Aplicación

¿Qué problemas que has tenido que enfrentar te han atemorizado o quitado el sueño?

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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No temas, porque el final es solo el inicio de algo nuevo

El final muchas veces es el inicio de algo nuevo y hermoso, por eso no temas, porque Dios estará contigo en todo tiempo.

Alegrías incomprensibles

Contagiar a otros esa alegría incomprensible es otra manera de hacerlos entender la esperanza maravillosa que tenemos en Jesús.

Con temor y confianza

Se puede enfrentar el temor con confianza en Dios porque Él no nos dejará ni desamparará.

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