El asesinato de George Floyd ha generado un repudio social no sólo en los Estados Unidos sino en gran parte del mundo. Y por eso centenares de miles de personas se han manifestado en las calles pacíficamente o en forma violenta. Las redes sociales arden con mensajes, canciones, poemas, videos y memes alusivos al caso. Así que la gente y los medios extreman recursos para mostrar su repudio. Sin embargo, una mirada severa y crítica al tema deja entrever que para la mayoría de la gente esto no será más que una pasajera tendencia cool en lugar de un motivo de repudio social activo y permanente
Los muchos casos olvidados
Aylan Kurdi, el niño en la playa y los refugiados ahogados en el mar Mediterráneo. Los incendios en el Amazonas y en la Chiquitania boliviana. Los cientos de personas asesinadas en ataques terroristas. Los abusos sexuales contra actrices por parte de barones de la industria. Los civiles inocentes muertos en ataques con drones. La pareja que tuvo cautiva y bajo indecibles abusos a sus hijas. Los obscenos casos de corrupción en gobiernos y organismos internacionales. Las dictaduras que reprimen y encarcelan a sus detractores en más de una decena de países. Esto merece el repudio social todo el tiempo.
En su momento medios de comunicación, organizaciones sociales, iglesias cristianas y de otras creencias se pronunciaron airadamente contra estos flagelos. El repudio social se convirtió en trending topic (tópico tendencia) en las redes. Estar en contra era lo correcto. Pero cuando la lujuria de los ojos y de los oídos se aburrió del tema, la opinión pública y los medios migraron hacia otras novedades. Una vez más quedó la evidencia: fue una pasajera tendencia cool.
El repudio social debe ser permanente
Los únicos legítimos manifestantes, críticos y combatientes contra estas maldades humanas son las víctimas y su entorno más cercano que comparte su dolor. Estas personas siguen sufriendo el abuso y la opresión a pesar de que los medios y la mirada pública se hayan trasladado a la siguiente tendencia cool. Su repudio social sigue siendo urgente e importante pero ya no ocupa a la prensa y a las redes. Una alumna mía citó ayer al actor Will Smith diciendo que el racismo no se estaba haciendo peor: ahora está siendo filmado.
Pero aquello por lo que luchan las comunidades étnicas, los refugiados, los oprimidos del capitalismo salvaje, las víctimas de las atrocidades de la guerra y tantos otros, eso no es tendencia cool. No provocan el repudio social permanente. Pero ésa es la vida que sufren todos los días, todos los meses, todos los años. Los medios y la opinión mundial, que viven a prudente distancia de esos hechos, se suman al repudio social mientras que es tendencia cool.
Cada año mueren en el mundo 58 millones de personas por diversas causas, algunas de ellas horrorosas y eso significa aproximadamente 159.000 personas diarias. Pero el más alto porcentaje de esas muertes no causa un repudio social constante. Hasta que no aparece un horrible video, no son ni serán trending topic o tendencia cool.
Como suele decir alguien que me envía mensajes de vez en cuando: “Coherencia, por favor”