Es asombroso, pero nos debemos recordar a diario que no debemos hacer a otros lo que no nos gusta que nos hagan. Porque generalmente sucede que cuando nos hacen mal, nos hacen una traición o una mala acción, lo notamos. Pero cuando nosotros lo hacemos a otros como que no nos damos cuenta. ¿Te ha pasado?
Por eso es una excelente práctica pasar tiempo con Dios a diario. No solo hablar y decir que debemos hacer o no con respecto a Dios. Realmente dedicar tiempo de calidad con Dios. Porque Él nos ayuda a analizarnos y ver esos detalles que a veces no vemos. Nos indica que no hagamos a otros lo que no nos gusta.
Siguiendo el ejemplo de Jesús tenemos que proponernos ser gentiles, amables y delicados para con todos. Gracias a Dios nos dejó el ejemplo del perdón. Pero como cristianos, no nos deberían tener que llamar la atención sobre este tema de no hacer a otros lo que no nos gusta que nos hagan. Debemos amar como nos amamos a nosotros mismos.
Cuando pienses que te trataron con poca delicadeza y tengas en mente reclamarlo aunque sea gentilmente, es bueno revisarte. Revisarnos a ver si nosotros no hemos cometido el mismo error que estamos a punto de reclamar es buena práctica. No hagas a otros lo que no te gusta que te hagan a ti. Trata a todos como te gustaría ser tratado.
Es algo elemental y es la indicación que Jesús nos dejó, porque sigue siendo nuestro mejor ejemplo a seguir. Y lo que nos dijo fue que aprendamos a amar a otros como a nosotros mismos, que amemos a nuestros enemigos. Y al fin y al cabo, que seamos gentiles, amables y delicados en nuestro trato con otros. Por eso no hagamos a otros lo que no nos gusta.
Cada vez que pensemos en hablar mal de alguien, criticar a alguna persona, no tomar en cuenta el trabajo de otro o desairar a alguien, analicemos. Revisémonos y pidamos a Dios que nos revise, que revise nuestra mente, nuestro corazón y nos indique si hay algo que debemos reconocer, descartar o si estamos haciendo algo incorrecto.
Pidámosle como David que nos examine, que nos pruebe y nos deje ver lo que estamos haciendo mal. Es una buena práctica diaria, porque solemos olvidar analizarnos. Y somos capaces de criticar en otros, actitudes o acciones que nosotros hemos hecho anteriormente. Pero no las recordamos. Seamos verdaderamente humildes y no hagamos a otros lo que no nos gusta que nos hagan.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos.
Salmos 139:23 (RVR1960)
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
¿Cómo evangelizar a alguien de tu familia? ¿Es un desafío o es más fácil de…
Si quieres que tu iglesia abrace el evangelismo, primero debes vivirlo personalmente. Conoce 5 ideas…
Leer la Biblia nos ayuda a fortalecer nuestra fe, a conocer a Dios y encontrar…
El evangelismo es una parte clave de la vida cristiana; pero a menudo se malinterpreta,…
La Biblia nos describe muchas maneras de evangelizar y las razones por las cuales debe…
El evangelismo es una de las misiones más fundamentales de la iglesia cristiana y de…