Proteger el matrimonio es un asunto que le compete a la pareja y no otros; por lo que si quieres hacerlo efectivamente, debes tomar las riendas de tu relación y dar pasos que te permitan cuidar tu hogar.
Para proteger tu matrimonio, tú y tu pareja deben
Desarrollar su relación con Dios individualmente
Encomienda tus obras al Señor, y tus propósitos se afianzarán.
Proverbios 16:3 (NBLA)
Un matrimonio es un equipo, y para que permanezca fuerte y resista a los ataques, ambos deben estar comprometidos. Una forma de demostrar compromiso y responsabilidad es creciendo en la relación con Dios.
Alguien que tiene una relación cercana con Dios puede suplir efectivamente las necesidades de su hogar y cumple adecuadamente con su rol en el matrimonio; y si lo hace, entonces puede proteger su relación de cualquier amenaza.
Prestar atención a la influencia externa
Tengan cuidado y estén siempre alertas, pues su enemigo, el diablo, anda como león rugiente buscando a quién devorar.
1 Pedro 5:8 (NBV)
La Biblia dice que el diablo siempre está buscando a quién devorar; así que si quieres proteger tu matrimonio, no debes confiar en la aparente calma.
Prepárate para cualquier inconveniente a través de la comunicación abierta y sincera; y no permitas que personas ajenas se entrometan en tu relación.
Alejarse de las malas compañías
«Las malas compañías corrompen el buen carácter».
1 Corintios 15:3 (NTV)
Muchas veces, los matrimonios tiene problemas causados, no por ellos mismos, sino por gente de fuera. Los inconvenientes con la familia extendida, amigos, compañeros de trabajo y otros, pueden convertirse en un peligro para la relación.
Si crees que una persona fuera de tu relación es de mala influencia para tu matrimonio, habla con tu pareja y lleguen a un acuerdo con respecto a cuál es la mejor decisión que pueden tomar en ese caso.
Establecer un momento con Dios en pareja
Ayúdense mutuamente a soportar las dificultades, y así cumplirán la ley de Cristo.
Gálatas 6:2 (BLPH)
Además de desarrollar su relación con Dios a nivel personal, háganlo en pareja. Separen un tiempo especialmente para leer la Biblia y orar juntos. Si hacen de esta práctica, una rutina, pronto verán mejoras en su comunión con Dios y en su matrimonio.
Deshacerse de lo que no aporta a la relación
¡Todas esas personas están a nuestro alrededor como testigos! Por eso debemos dejar de lado el pecado que es un estorbo, pues la vida es una carrera que exige resistencia.
Hebreos 12:1 (TLA)
Así como en casa tenemos objetos que no usamos, pero que no desechamos; en la vida nos aferramos a personas, cosas o situaciones que debemos soltar, y son las que nos hacen pecar y nos impiden avanzar.
Si quieres proteger tu matrimonio, desháganse de todo aquello que no aporta a su relación, y comiencen a valorar y cuidar lo que realmente les ayuda a crecer.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.