No cabe duda que hemos sido conquistados por la tecnología por razones obvias, pero debemos tener en cuenta las consecuencias de los excesos. Siempre repito lo que digo en Ni Más Ni Menos, aquí en CVCLAVOZ: “porque TODO EN EXCESO ES MALO”. ¡ES VERDAD! Lo peor es que la mayoría de los usuarios de teléfonos inteligentes están negados a reconocer el nivel de distracción que tienen debido a sus dispositivos.
Hay gente que se ha dedicado a estudiar este fenómeno y dicen que ya la tecnología nos afecta como una droga y no nos permite pensar claramente. Y es cierto. Lo vemos a diario en todas partes, en el tránsito, en los restaurantes, en los semáforos, en los salones de belleza. Todo el mundo está metido en su celular. Poca gente se comunica unos con otros.
Por supuesto que hay excepciones. Es muy diferente cuando tu trabajo es dentro de la publicidad digital. Entonces tienes que estar todo el día trabajando en ello, pero sin embargo, si a ese trabajo le agregas la parte personal y social diaria, entonces ¡no debes tener tiempo para nada!
Tenemos que reconocer cuando la dependencia de la tecnología llega a la adicción, pues esa adicción nos quita momentos que no volveremos a tener la oportunidad de vivir. Lo peor de la adicción a la tecnología es que es potente y causa que las personas eviten las interacciones mirándose a los ojos. Pasan menos tiempo con su familia y amigos y hasta ponen en riesgo sus vidas. Lo vemos a diario en las autopistas, vas a la velocidad correcta y de pronto te encuentras con alguien a una velocidad mucho más baja y conduciendo erráticamente. Mi primer pensamiento era que les había pasado algo, pero le pasas por el lado y están chateando en su celular en medio de la autopista!!! Ya aprendí la lección. Ahora en cuanto los veo, les toco la bocina y con un gesto les digo que paren de usar el celular.
Desde que salió el iPhone en el 2007 nada ha sido igual. Y tenemos que tomar acción, sobretodo debemos pensar en los niños. Tenemos que cuidar el uso de la tecnología en los niños, ya que un cuarenta por ciento de chiquitos entre cero y ocho años hoy día, tiene su I-pad o tableta. Muchos de ellos los ven por unos 48 minutos al día. En general los menores de 18 años usan sus dispositivos el doble que los adultos.
Tomemos el control y demos prioridad a lo realmente importante. No puede ser que nos dediquemos solo a la tecnología y por ello perdamos tiempo al sol con nuestros hijos, tiempo de juegos personales que queden en nuestros recuerdos, tiempo de conversaciones interesantes que les enseñen cosas acerca de las relaciones interpersonales y tengan momentos maravillosos qué recordar de su infancia y tiempo en familia que cuando sean adultos puedan compartir, más adelante en la vida con sus propios chicos.
Mientras tanto, te recomiendo que te analices con honestidad y pienses cuáles son tus hábitos en cuanto a la tecnología. Si es necesario anota el tiempo que estás pasando al celular, ante la televisión o tu tableta y piensa si ya eres adicto y toma los pasos que debes dar para hacer enmiendas en tus relaciones personales si las estás descuidando por esa novedosa y peligrosa adicción.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.