Se dice que la primera impresión siempre es la más importante, pero no siempre es la correcta. A menudo sucede que nos equivocamos en nuestras conclusiones sobre las personas. Es por ese motivo que no podemos creer en ellas como si fueran un veredicto absoluto.
Si sueles dejarte guiar por la apariencia para juzgar a las personas, estos son tres buenos motivos por los que no debes hacerlo.
Razones para no dejarte guiar por la apariencia
Pensar según las apariencias es fácil. Pensar en la verdad independientemente de las apariencias es laborioso y requiere el gasto de más poder que cualquier otro trabajo que una persona tenga que realizar.
Wallace D. Wattles, Science of Getting Rich
1. Las primeras impresiones no siempre son correctas
Las primeras impresiones pueden ser engañosas. Si conoces a alguien en cierto contexto puede que actúe de una manera distinta a su comportamiento normal. Además, puede que ese día se vista o tenga una apariencia diferente a como es en su diario vivir. Por lo tanto, no puedes basar tus opiniones en un solo encuentro.
Asimismo, depende mucho del motivo por el que se conocen. Si alguien busca impresionarte, se comportará de la mejor manera e incluso puede llegar a cometer torpezas en su intento para cumplir su objetivo. Lo mismo sucede si es un encuentro casual, de trabajo o en cualquier otra circunstancia.
2. Las personas son más que estereotipos
Una característica de una persona no representa quién es como individuo. El peor error que se puede cometer es asumir conocer a alguien, cuando en realidad solo se siguen los prejuicios. Por ese motivo no debes dejarte guiar por la apariencia ni los comentarios de otros.
Además, las suposiciones que crees sobre los demás pueden ser un gran impedimento para que construyas relaciones interpersonales saludables. Si te deshaces de ellas se te hará mucho más sencillo conectarte y aprender de otros.
3. No se puede conocer a alguien al instante
Si te pones a pensar en la gente con que vives e interactúas a diario, ¿podrías asegurar que conoces absolutamente todo de ellos?
Las personas que nos rodean pueden sorprendernos con acciones inesperadas y fuera de su conducta normal. Esto no es sorprendente pues cada ser humano es complejo. Entonces, si hay áreas que desconocemos de nuestro círculo íntimo, ¡cuánto más de aquellos que acabamos de conocer!
Ten esto en cuenta cuando quieras dejarte guiar por las apariencias y trata a los demás como te gustaría que te traten. Esa acción te cambiará la vida.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.