Hoy es un día perfecto para comenzarlo eliminando malas palabras de nuestro vocabulario. Y una de esas es «pero». Sí, esta palabra es una que se utiliza para justificar en muchas ocasiones la negación a comenzar de nuevo, a entretener el pensamiento de que el fracaso es malo y no hay más después de él. La realidad es que tanto el miedo como el fracaso —o supuesto fracaso— son herramientas esenciales para seguir adelante y no mirar atrás a lamentarse; estas nos dan conocimiento para un futuro no volver a cometer los mismos errores.
Jamás tomes una decisión permanente en un momento pasajero.
Autor desconocido
¿Cómo elimino las malas palabras de mi vocabulario?
El primer paso para eliminar malas palabras de tu vocabulario es decidirte. Debes ser firme y comenzar a deshechar palabras que no te ayudan a avanzar. «Pero» es una de esas palabras que nos detienen en el camino y nos llevan a preguntarnos en un futuro: «¿Qué hubiese pasado si…?» No existe peor pregunta que esta, la respuesta nunca será hallada, ya que jamás sabrás qué hubiese sucedido.
El segundo paso para eliminar malas palabras es la confianza, y te preguntarás: ¿por qué? La realidad es que nunca podrás tomar una decisión permanente sobre tu vida si no confías en ti mismo. Si continúas añadiendo la palabra «pero» a tu vida, estarás atado de manos y pies hacia el propósito de Dios para ti.
Cuando utilizamos el «pero» en alguna situación de nuestra vida, lo que hacemos es añadir una carga de más.
El Russo Pérez
En este podcast, vamos a ver cómo el «pero» es una mala palabra para los que queremos alcanzar y mirar más allá de nuestras limitaciones. Por eso, es importante que comenzamos nuestros días eliminando malas palabras de nuestro vocabulario; palabras que no solo son ofensivas a otros sino que también son obstáculos para nuestras vidas, propósito y destino en Dios.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.