Se dice que las peores mentiras son las que nos decimos a nosotros mismos; y es que cuando creemos una falsa idea, esta se queda tan arraigada en nuestra mente que comienza a modificar nuestra conducta. Es por este motivo que hay diversos estudios que han confirmado que los pensamientos tienen poder sobre nuestro bienestar físico y emocional; y por lo cual, los especialistas aconsejan que debemos tener cuidado con la clase de pensamientos que tenemos.
Si alguna vez te has dicho estas mentiras que leerás a continuación, es momento de dejar de creer en ellas y reevaluar tu vida. ¡No permitas que estas frases detengan tu madurez y crecimiento!
Qué mentiras debes dejar de creer
1. «Lo haré mañana»
La verdad es que no lo harás: seguirás postergando el tiempo; y si sí lo haces mañana, lo harás mal.
El mejor tiempo para hacer algo es ahora. Con el pretexto de decir que lo harás mañana, nunca conseguirás aquello que quieres. Mientras más pospongas un asunto más se acumularán tus tareas, y al final habrás acumulado una serie de pendientes por resolver. La mejor solución es establecer plazos para realizar una labor en específico y no esperar hasta el último día para hacerlo.
2. «Esa persona es mejor que yo»
Algunos dicen que compararse con otros es una manera de mantenerse motivado y, aunque puede funcionar para algunas personas, también puede llevar al desaliento y la baja autoestima. Cada uno tiene diversas habilidades que no pueden ser medidas ni igualadas con la de otros, es por ello que no puede haber comparaciones. En lugar de medirte con alguien más, comienza a ser una mejor versión de ti mismo y trabaja en aquello que eres bueno.
3. «Si tuviera _____ sería feliz»
Otra mentira que debes dejar de creer es que las cosas materiales te van a hacer feliz. Hay personas que se pasan la vida anhelando aquello que no tienen y no se dan cuenta de lo que ya poseen; y cuando transcurre el tiempo aprenden que «nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde». Por lo tanto, disfruta y valora lo que tienes ahora. Verás que para ser feliz no hace falta tener mucho.
4. «Soy muy viejo/a para eso»
No pongas tu edad como una excusa para no aventurarte a hacer algo nuevo. Hay muchas cosas que pueden lograrse a través del aprendizaje, y si eres perseverante, de seguro que lograrás cualquier meta que te propongas. Utiliza la experiencia que tienes y haz que los cambios venideros se conviertan en oportunidades para mejorar en tu vida. ¡No seas tu propio impedimento para alcanzar tus sueños!
5. «Mi pasado me impide avanzar»
Estudios afirman que las experiencias de vida, positivas o negativas, influyen en nuestras decisiones presentes; sin embargo, tenemos el poder de elegir cambiar en el presente.
Evita que tu pasado se convierta en un obstáculo en tu vida; en cambio, haz que sea una base sobre la cual construyas tu futuro. Si no dejas de pensar en el ayer, nunca verás con optimismo el mañana; y cuando este llegue, no podrás vivirlo plenamente. Si deseas ser libre de tu pasado y ser perdonado, entonces acude a Dios, Él te perdonará, olvidará tus pecados y te dará una nueva vida (Miqueas 7:18-19).
6. «Así soy y no puedo cambiar»
Así como algunos dicen que el pasado les impide avanzar, hay quienes dicen que es imposible cambiar. Sin embargo, siempre se puede elegir un nuevo rumbo en la vida, y Dios es experto en este tema. Para Él, no hay nadie que no tenga esperanza, tal y como dice Ezequiel 36:26 (NTV):
Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo.
No existen excusas válidas para justificar una mala actitud, un defecto o un mal carácter; si realmente existe voluntad para cambiar, todo se puede transformar.
7. «A nadie le importaría si me muero»
Puedes sentirte insignificante o poco apreciado; pero no porque te sientas de ese modo debes creer que tu ausencia pasará desapercibida. Hay personas que se preocupan por ti y te aman, aunque no te lo digan con frecuencia. Además, Dios te ama y permitió que nacieras porque tiene un plan para tu vida. Pensar que a nadie le importaría tu muerte es no ver el propósito que tienes. En lugar de tener este tipo de pensamientos, separa un tiempo para reforzar tus vínculos afectivos, mejorar tus habilidades y conectarte con Dios.
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