Para ser un niño que gritaba imitando a TarzĂĄn en el patio de su casa, a Billy Graham no le gustaba hablar en pĂșblico. De hecho, a los doce años interpretĂł al TĂo Sam en un espectĂĄculo en la escuela Woodlawn, y tras dar un discurso, se prometiĂł a sĂ mismo jamĂĄs ser un orador. Incluso despuĂ©s de la primera vez que hablĂł en pĂșblico sobre su fe, estuvo aĂșn mĂĄs convencido de que jamĂĄs serĂa predicador. No obstante, Dios tenĂa otros planes para Ă©l.
Billy Graham creciĂł en una familia presbiteriana, y tras asistir con fervor a una serie de cultos organizados por el Dr. Mordecai Fowler Ham, aceptĂł a JesĂșs en su corazĂłn a los 15 años. Al culminar sus estudios secundarios, asistiĂł a Bob Jones College.
Durante un periodo, Graham comenzĂł a tener conflictos sobre su relaciĂłn con Dios. Por ello, escribiĂł a su madre diciĂ©ndole que aunque estaba seguro de su conversiĂłn y de su fe en JesĂșs, no podĂa sentir nada. A esto, su madre le respondiĂł diciendo: âHijo, Dios te estĂĄ probando. Ăl nos dice caminar no por sentimiento sino por fe, y cuando tĂș no sientas nada, puede que Dios estĂ© mĂĄs cerca de ti que nunca antes. A travĂ©s de la oscuridad de la niebla, levanta tu mano por fe. SentirĂĄs el toque de Dios.â Por lo tanto, en 1937 se transfiriĂł a Trinity College of Florida. Ese mismo año, fue invitado a predicar a una pequeña iglesia Bautista en Bostwick, y allĂ sintiĂł por primera vez el llamado de parte de Dios para evangelizar. Pese a que sus maestros y compañeros afirmaban este hecho, Ă©l se rehusaba a aceptarlo. Un año despuĂ©s, finalmente Ă©l orĂł diciendo âOh Dios, si tĂș quieres que te sirva, lo harĂ©.â
A finales de 1938, fue bautizado por Cecil Underwood en Silver Lake; y en 1939 se ordenĂł como ministro. Al siguiente año, decidiĂł ir a Wheaton College para estudiar AntropologĂa. Tres años despuĂ©s, se gradĂșo, y continuĂł predicando en todos los lugares a los cuales era invitado.
Tal vez en ese tiempo, Billy Graham no podĂa ni imaginarse la cantidad de personas a las cuales impactarĂa, ni a los presidentes a los que aconsejarĂa. Tampoco podrĂa saber que llegarĂa a ser el predicador que ha evangelizado a mĂĄs personas en la historia del cristianismo.
Billy Graham nos ha dejado un legado de fe y perseverancia. Pese a que sentimos su pĂ©rdida, sabemos que estĂĄ en los brazos de JesĂșs, cantĂĄndole su himno favorito: âTal como soyâ.
El siguiente crĂ©dito, por obligaciĂłn, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artĂculo fue producido para radio cristiana CVCLAVOZ.