Los celos son una clara demostración de inseguridad, y esto es lo que dice la Biblia acerca de los celos.
La palabra griega zelos viene de una raíz que significa ≪estar caliente, entrar en ebullición≫. Y en hebreo se usa la palabra quin-ah, cuya raíz se refiere al rojo que sale en el rostro de un hombre apasionado, una pasión semejante a la ira; sentimientos que pueden ir desde el amor hasta la envidia, odio y celos, furor, turbación. Por esa descripción, podemos concluir que los celos nos pueden hacer cambiar nuestro carácter y hacernos agresivos. Algo contrario a lo que es el amor.
¡Pero Dios es celoso!
En la Biblia sí se habla acerca del celo de Dios, pero es un celo muy diferente a las mezquindades humanas. Él quiere que tengamos una adoración exclusiva a Él, ya que nos creó a Su imagen. No le agrada que adoremos nada ni a nadie más que a Él. No tiene celos de que nadie sea mejor que Él. Solo de nuestro amor hacia Él.
Diferencia entre los celos humanos y los de Dios
En el caso de los humanos, los celos existen porque sienten que la otra persona está quitando atención, o el objeto de su pasión o amor le está dedicando más amor y pasión a alguien más. Y se da no solo en las parejas, también se da a nivel de amistades. Nos sentimos poseedores de esa persona y nos causa malestar que otra persona pueda tener parte de nuestro objeto del amor. En ese caso también estamos siendo egoístas, y estamos tratando a las personas como objetos.
Los celos tambien denotan egoísmo y no debemos olvidar lo que dice en la Biblia acerca del amor.
«El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.»
1 Corintios 13:4-5 (NVI)
Estar celosos indica que no estamos conformes con lo que Dios nos ha dado. La Biblia dice que estemos contentos con lo que tenemos. Ser celosos nos aleja de Dios porque Su deseo es que nosotros seamos cada vez mas parecidos a Él, a Jesús, que vino a dar amor, a servir y a darnos el mensaje de amar a otros como a nosotros mismos.
«Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen…»
Hebreos 13:5 (NVI)
Acerca de ser posesivos por celos
Las personas que se relacionan con nosotros no nos pertenecen. Son parte de nuestra vida, pero no los apresamos para que estén en ella. Al contrario, pensar que son posesión nuestra los puede alejar. Los celos son un sentimiento tan negativo, que nos puede hacer ver motivos de celos donde no los hay. Cuando una persona no tiene claro su valor como ser humano, tiene dudas del amor y cariño de las personas para con ellos.
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Una mejor perspectiva acerca de los celos
Es mejor esforzarnos por entender que las relaciones que tenemos en la vida son para disfrutarlas, y ponernos de acuerdo en el tiempo que compartimos. La Biblia nos indica claramente lo que es el amor y nos habla acerca de los celos en muchos pasajes. Si hablamos de un compromiso matrimonial, es una relación para toda la vida que necesitan trabajar a diario para que siga en paz y en armonía. Las amistades pueden ser también para toda la vida, pero no con el compromiso de un matrimonio. Con Dios en medio de nuestras relaciones, tendremos la paz que sobrepasa entendimiento.
Finalmente es necesario detectar los celos antes que se nos convierta en un problema mucho más grande, pues los celos solo reflejan la inseguridad que habita en el corazón del hombre.