Desde que recibimos a Jesús en nuestros corazones, y entendemos que Su sacrificio fue por cada uno de nosotros, inmediatamente queremos servirlo, retribuirle de muchas maneras ese amor tan inexplicable que Él tiene por nosotros, siendo tan terriblemente imperfectos.
A mi me pasó: que comencé a orar para que Dios usara mis talentos para Él. No solo oré, también tomé acción: envié mis fotografías y currículum a todas las productoras de cine que conseguí que hacían películas cristianas. Yo he sido actriz por casi cuarenta años y pensaba que participando como actriz en una de esas producciones, lograría el objetivo que yo me había puesto.
Ahí estuvo el primer error. El primer consejo que te doy es que no tenemos que decidir cómo le vamos a servir. Debemos orar y permitir que Él nos dirija, que Él nos indique cómo quiere que le sirvamos. Así, esperando y no presionando, sino de corazón rindiéndome a Su voluntad, pronto me llamaron para trabajar en yesHEis, pero no solo como actriz. También escribí, dirigí, produje y si, actué en algunos de los videos que realizamos aquí. Y vienen los retos con servirle, porque puede que saquemos cuentas, pero luego vienen los cambios y lo que pensábamos ya no es lo que va a ser. Es entonces cuando tenemos que confiar ciegamente, apasionadamente en nuestro Dios. Si de veras queremos servirle y las circunstancias económicas cambian, recordemos siempre que Él sabe nuestras necesidades y las va a cubrir.
Te recomiendo una vez más tener una verdadera relación con Él. Es lo que Él mas desea. Lee Su palabra y conversa con Él en todo momento que puedas. Yo lo hago, muchas veces cuando voy caminando a hacer algo, cuando voy en el auto, pongo música y lo alabo y le agradezco y le cuento mis inquietudes. No tengas miedo de hacerlo. A mi no me importa que me crean loca. Si Él hizo esa inigualable locura de ser sacrificio por todos nosotros aún siendo pecadores ¿cómo no voy yo a amarlo con locura?
Muchas veces sentimos temor. Cuando no tienes paz con una decisión, es porque probablemente no viene de Dios. Cuando Él te hace un llamado, vas a sentirlo, vas a entender que Él realmente quiere que hagas eso y te vas a sentir muy bien por dentro. ¿Piensas que no estás preparado? Dios no buscó gente preparada para Sus maravillas. Él preparó a la gente que mandó a hacer Sus obras. Y lo mismo hará contigo. Así que pídele a Dios que te muestre cuál es tu propósito y cómo puedes servirle. Ten paciencia y lee mucho Su palabra, estrecha tu relación con Él y verás que Él te va a poner Su deseo en tu corazón.
Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.