Seguir a Jesús no es sinónimo de seguir reglas

Seguir a Jesús no es sinónimo de seguir reglas

¿Sabías que seguir a Jesús no es sinónimo de seguir reglas, sino que es un estilo de vida y es sinónimo de libertad? Es genial que separes un tiempo a solas con Dios para orar, pero también es bueno que ores mientras guías, cantes alabanzas mientras cocinas o que te detengas a ayudar a alguien en necesidad cuando estás de vacaciones.

Seguir a Jesús no se trata de seguir rígidas rutinas o rituales mañaneros, de madrugada, de lectura, de rodillas, etc… Seguir a Jesús es un estilo de vida.

Mejor vayan y traten de averiguar lo que Dios quiso decir con estas palabras: “Prefiero que sean compasivos con la gente, y no que me traigan ofrendas”. Yo vine a invitar a los pecadores para que sean mis discípulos, no a los que se creen buenos.

Mateo 9:13 (TLA)

Aquí Jesús está citando a Oseas 6:6 (TLA). Estas palabras se las dijo Dios a Israel porque los israelitas decían que lo amaban pero su amor era solo de palabra. Los israelitas pensaban que darle ofrendas a Dios, aunque desobedecían y eran traidores, haría que Él los perdone una y otra vez. Si te fijas bien, ellos buscaban el perdón y amor de Dios a cambio de las ofrendas. Era como un chantaje, pensaban que podían ser infieles y, que al llevar una ofrenda, Dios los perdonaría.

Lo mismo pasa en la actualidad, muchas personas buscan el amor y perdón de Dios a cambio de ofrendas, quizá eres tú una de esas personas. Quizá te enseñaron que mientras más ores, cantes alabanzas, sigas reglas y hagas buenas obras, Dios te perdonará. He escuchado a personas decir que son más santos que otros porque oran más que los demás o porque leen la Biblia o más devocionales que otras personas.

Seguir a Jesús no es sinónimo de seguir reglas

Hace un tiempo alguien me preguntó:

—¿Qué devocional estás leyendo ahora mismo?

—Ninguno —le respondí.

Luego, asombrada, me dijo:

—¿De verdad? No puedo creer que una mujer de Dios, como tú, no esté leyendo ningún devocional ahora mismo.

Mi próxima pregunta, con una sonrisa en el rostro, fue:

—¿Qué se supone que esté leyendo una mujer de Dios como yo?

Hice esa última pregunta para que ella misma analizara lo que me estaba diciendo. Ella me cuestionaba, como si leer un devocional fuese una obligación o una regla. Lo que ella no sabía era que el día anterior yo había terminado de leer un devocional y, que dentro de dos días comenzaría a discutir un devocional con un grupo de mujeres en Facebook; pero me limité a contestar su pregunta basado en el «ahora mismo».

Cuando comencé a seguir a Jesús pensaba como esta persona, porque eso fue lo que aprendí. Me enseñaron que tenía que leer la Biblia todos los días y me dijeron que si no lo hacía estaba pecando. Se me dijo que si no oraba arrodillada, las oraciones no llegaban al cielo. Me enseñaron que tenía que hacer buenas obras para que Dios me perdonara. También me enseñaron que tenía que orar con palabras bonitas para que Dios escuchara mis oraciones.

Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se la regaló. La salvación de ustedes no es el resultado de sus propios esfuerzos. Por eso nadie puede sentirse orgulloso.

Efesios 2:8-9 (TLA)

Seguir a Jesús es un estilo de vida

¡Qué bendición saber que seguir a Jesús no es sinónimo de seguir reglas, sino un estilo de vida! Ya no tienes que seguir las reglas impuestas en la ley de Moisés, porque ahora vives bajo la ley de Cristo. Esta ley de Cristo solo exige una cosa: que ames a los demás como Jesús te ama. Puedes leer este nuevo mandamiento que dejó Jesús en tu versión favorita de la Biblia en Juan 13:34.

Cuando comprendas que la salvación es un regalo de Dios, comenzarás a acercarte a Dios por quién es Él y no por lo que puedes obtener de Él. Orar es la forma de comunicarte con Dios y no debe ser un ritual impuesto para que ganes la aprobación, el amor o la salvación de Dios. Orar debe ser parte de tu vida y, cuando practiques orar con regularidad, se convertirá en parte de tu diario vivir sin que tengas que esforzarte por hacerlo.

Tratar bien a los demás y hacer buenas obras, deben ser acciones que brotan de un corazón agradecido con Dios. Hacer buenas obras no salva, pero sí le deja saber a Dios de qué está hecho tu corazón cuando lo haces genuinamente. Dios ve dentro de tu corazón y sabe si las buenas obras que estás haciendo son para darle gloria a Él o si son para mostrarte ante los demás como «el más cristiano» —como el que menciona Efesios 2:8-9— que quiere sentirse orgulloso de sus propios esfuerzos.

Quizá no sientes el deseo de orar porque por años te han obligado a hacerlo o porque no has hecho de la oración un estilo de vida. Hoy te invito a que hagas de la oración un estilo de vida y que disfrutes hacerlo porque es una comunicación con tu Padre Celestial.

Por otro lado, lo más probable no quieras buscar de Dios porque te han hecho creer que tienes que cumplir con ciertas reglas para poder ser aceptado por Dios. Como ves, seguir a Jesús se trata de recibir el regalo de la salvación que Jesús ya te entregó en la cruz del calvario cuando dio su vida por amor a ti.

¿Quieres aceptar a Jesús como Salvador hoy? Si la respuesta es sí, envíame un mensaje por el inbox o el chat de CVCLAVOZ, queremos orar por ti. 


El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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