Todos tenemos áreas en las que debemos ceder el control. Pero a todos nos gusta manejar las cosas, estar en control. Y nos cuesta aún más aceptar que nos digan que Dios está en control, cuando vemos todo lo que sucede en nuestro entorno. Solemos cuestionar cómo puede estar en control y que todo esto pase.
Debemos tomar la decisión de ceder el control a Dios en toda área de nuestra vida con coraje y convicción. Sin embargo, no significa que no hagamos nada. Seamos valientes y diligentes. Hagamos todo con la intención de que sea la voluntad de Dios, respetándolo y estando atentos a Su llamado. Ceder el control en todas las áreas.
En tu vida espiritual
Necesitas ceder el control a Dios en esta área espiritual y estar conectado siempre con Él. Eso es una verdadera relación, y es como Él la quiere con nosotros. Que seamos dependientes de Él y nos dejemos guiar por Su Espíritu Santo. Leer la Biblia nos permite estar claros en lo que le gusta a Él.
En tu salud
Es importante ponernos en manos de Dios con nuestra salud porque nuestro cuerpo es Su templo. Debemos cuidar nuestra ingesta, alimentarnos de una manera saludable. Hacer el ejercicio necesario. Ceder el control en el área de nuestra salud no significa no hacer nada al respecto.
En tu vida profesional
Tu trabajo, la tarea u oficio que realices a diario, ceder las riendas a Dios te hará más productivo. Inspirarte primero para lo que haces como que lo haces para Él y pedirle que te bendiga y te ayude a que sea fructífero todo lo que hagas.
En tu familia
Cuando tenemos familia recordamos que no hay universidad para ser padres, hijos, primos, tíos. Pero al acudir a Dios cada vez que debamos tomar una decisión y ceder el control de nuestra familia, nuestra área predilecta, dedicándola a Él a diario, veremos buenos resultados. Para responder a tus hijos, consulta primero con Dios. Te dejará saber qué decir y hacer.
En tu tiempo de recreación
Disfrutar de tu tiempo libre, de diversión, teniendo en cuenta que Dios nos ve y le gusta que nos divirtamos y seamos felices, nos va a permitir disfrutar ese tiempo mucho más. Tiempo de calidad divirtiéndonos sanamente con familia o amigos, incluyendo a Dios. Incluso en ésta área debemos ceder el control.
En lugar de cuestionar por qué las cosas suceden, o por qué hay tanta injusticia, tomemos pasos para buscar soluciones. Busquemos de qué manera podemos participar siendo Sus manos, Sus pies, dando Su amor a otros y trabajando para Su reino.
A todos nos gusta ser directores, llevar el timón, tener el control. Pero cuando activamente damos las riendas a Dios, y colaboramos con Él, nos haremos más fuertes y seremos más productivos en nuestra vida. Es que sabemos que Sus planes son para nuestro bien. Sus promesas son fieles, justas y para todos.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.