En algún del momento de la vida nos enfrentamos a algo más grande que nosotros, un gigante que pretende acabar con nosotros. El temor puede paralizarnos o la respuesta escapa de nuestras manos y no sabemos cómo ser fuerte en medio de la debilidad.
¿Es posible ser fuerte en medio de la debilidad?
Ser fuerte no necesariamente depende de fuerza física o emocional, sino de dependencia. El aferrarse a un puerto seguro nos dará seguridad y aliento para proseguir a lo que Dios tiene para nosotros.
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 Corintios 12:10 (RVR 1960)
El apóstol Pablo dependía de la fe en Cristo en cualquier situación contraria, recobraba fuerzas porque confiaba en que su vida estaba en las manos de Dios y que todo lo que pasara ayudaría a bien.
Tu debilidad será tu fortaleza, ¡no te rindas!
A pesar de todo lo que pueda debilitarte en fe y fuerza, no es el final. El Señor usará las circunstancias adversar para afirmar tu confianza en su Palabra y enseñarte lo poderoso que puede ser en tu vida cuando dependes de Él.
Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
Jeremías 17:7-8 (RVR 1960)
Si sientes que ya no puedes más ¡aprópiate de la fuerza que Dios da cuando dependemos de Él!. Medita en la Biblia, te equipará para que tu fe crezca y tu oración te conectará con tu Padre Celestial.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.