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Cargas que llevamos con gusto

Para muchos puede resultar una incongruencia, porque llevar cargas es algo que a nadie le debe gustar. Pero hablemos, por ejemplo, de casos como nuestros padres, que se pueden convertir en una carga porque con los años les llega el tiempo de necesitar ayuda.

Otro caso es un hijo, un familiar, un buen amigo con necesidades especiales. Definitivamente muchos pueden pensar que atenderlos, compartir con ellos, criarlos, pudiera ser una carga, pero la llevamos con gusto. Al tener una relación cercana, es parte de nuestro día a día.

Necesitamos cultivar la compasión, la misericordia de Dios en nuestros corazones. No estamos hablando de lástima. Porque lástima la puedes sentir por alguien o algo y no hacer nada al respecto. Es cuestión de hacer las cosas con amor. Esas cargas, se pueden llegar a convertir en bendición.

Llegaremos probablemente a ser la mejor versión de nosotros mismos si nos esforzamos de corazón en subir nuestra imagen. Tratemos lo más que podamos al estándar que nos mostró nuestro Rey de Reyes. Seguir Su ejemplo debe ser nuestra meta diaria.

Y compartiendo más tiempo con Él cada día, en oración y en la lectura de Su Palabra, lo lograrás con menos esfuerzo. En tus oraciones, pídele que te ayude a ser más parecido a lo que Él desea que seas. Pide que se haga Su voluntad en tu vida.

Es un hecho que nos parecemos a aquellos con quienes más tiempo pasamos. Si pasas demasiado tiempo frente al televisor, ¿sabes la cantidad de influencia que vas a tener en tu comportamiento? Piénsalo bien, analízalo. ¿pasas tu tiempo con gente que te suma? Te invito a que pases más tiempo con Dios.

Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él.
Colosenses 3:17 NTV

En realidad, dejan de ser cargas al llevarlas con gusto

Cuando logramos vencer el desánimo o la tristeza que nos puede traer en principio el ayudar, nos daremos cuenta del beneficio que nos produce. Ayudar, servir, atender y cuidar está en nuestros corazones. Cuando lo hacemos, nos causa gran satisfacción.

Si tomas la decisión de hacerlo, de ayudar, servir y dedicarle tiempo a una persona o grupo de personas. Tal vez a un familiar, un amigo con necesidades que puedes suplir. Si lo haces, tal vez encuentres que ese es tu propósito, tu llamado y llevarás lo que para otros son cargas, con gusto.

Dios nos pone esas misiones en nuestra vida. Ponte atento a las oportunidades que Dios te brinda de llevar esas supuestas cargas con gusto. Dejarán de ser cargas para ti y ¡tal vez contagies a otros el gusto que te de esa satisfacción de cumplir una misión!

No sean nunca perezosos, más bien trabajen con esmero y sirvan al Señor con entusiasmo.
Romanos 12:11 (NTV)

Si tratas de parecerte a Jesús, disfrutarás de servir. Es una de las cosas que destacó en Sus enseñanzas a los apóstoles. Tienes que ser diferente de como normalmente son la mayoría. Es cierto que muchos tienden a burlarse o aprovecharse del débil. No seas así. Salte del molde.

El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo. Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».
Mateo 20:26-28 (NTV)

Oración del día

Señor, me quiero acercar cada día más a Ti para que mis maneras se parezcan más a las tuyas. Te pido que hagas crecer en mi corazón, el deseo de servir a otros, para poder sentir esa satisfacción que nos da cuando llenamos nuestro corazón de bondad. Que crezca en mí Tu gentileza y me permitas ayudar a muchos. Hazme ver las oportunidades que me pones para hacerlo y que logre aprovecharlas. Quiero servirte a Ti al servir a otros, sintiendo que no son cargas. En el nombre de Cristo Jesús, amén.