Mucha gente, a lo largo de la historia ha perecido por no poner atención, que no te pase a ti lo mismo, ¡Escucha las advertencias y no esperes a que sea demasiado tarde!
Podían salvarse pero no escucharon
Entre las numerosas catástrofes que caracterizaron el año 1963 está la destrucción de seis aldeas en un estrecho valle de los Alpes italianos.
La causa fue que se deslizó una parte del monte Foc que hizo desbordar un lago artificial construido arriba.
Lo que hizo especialmente doloroso este siniestro, en el que millares de personas hallaron la muerte, fue que no faltaron las advertencias previas, ya que signos precursores del derrumbamiento habían sido notados desde la época en que se terminó la represa en 1961.
Los geólogos habían advertido aberturas que se habían ido ensanchando.
Unos días antes del deslizamiento, técnicos de una oficina nacional habían señalado el peligro como inminente, y el alcalde había hecho colocar un aviso de peligro; medios de transporte habían sido puestos a disposición de la gente, pero la mayoría de los habitantes no creían en el peligro, no quisieron dejar sus casas y sus pertenencias y perecieron en la catástrofe.
¡Escucha las advertencias!
Esa catástrofe no es rara ni única, mucha gente, en todas partes del mundo, perece por no escuchar las advertencias que se les dan.
El creer que “a mí no me pasará” o que solamente se trata de exageraciones, es muy común y eso nos expone al peligro.
Es de sabios saber escuchar las advertencias que recibimos porque el ignorarlas solamente nos traerá dolor, destrucción y muerte.
El oído que escucha las amonestaciones de la vida, Entre los sabios morará.
Proverbios 15:31 (RVR1960)
¡No esperes a que sea demasiado tarde!
En la catástrofe del monte Foc, la gente sabía que había peligro inminente, incluso se habían dispuesto medios de transporte para huir, pero no escucharon.
Lo mismo sucedió en la época de Noé. La gente recibió la advertencia pero solamente creyeron cuando ya nada se podía hacer por ellos.
Hoy hay mucha gente que ha decidido no escuchar las advertencias de Dios y pese a que más que nunca hay señales de que el tiempo se está cumpliendo y de que su retorno está más cerca que nunca, la gente sigue sin creer. Nadie tiene la vida comprada y en cualquier momento puede terminar nuestro paso por la tierra, pero para eso debemos estar preparados, listos para partir. Escucha las advertencias de Dios, sigue sus consejos y obedece sus mandamientos para que tengas paz y bendición en tu vida.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.