Muchas personas viven con complejos y con un autoestima baja porque se comparan con otras personas o porque alguien les hizo sentir que no valían lo suficiente. Sin embargo, cuando ponemos nuestras vidas en las manos correctas, descubrimos nuestro verdadero valor.
No se trataba precio del violín
Hace muchos años, se anunció en cierta ciudad de Estados Unidos que un gran violinista tocaría un violín que costaba 1.000 dólares. Se llenó el teatro, pues muchos tenían curiosidad de oír un violín de tan alto precio. (El dólar tenía en aquellos tiempos mucho más valor que hoy).
El violinista dio en efecto, un magnífico concierto: pero apenas apagado el último acorde, el público vio con asombro que el músico arrojaba el violín al suelo y lo pisoteaba hasta convertirlo en astillas.
Inmediatamente el empresario apareció en medio de grandes murmullos y explicó que el violín destrozado era un violín barato que costaba sesenta y cinco centavos y que a continuación el gran músico tocaría con el violín de mil dólares. Cuando lo hizo, muchos de los presentes dijeron que apenas habían notado diferencia.
El objetivo de todo eso era demostrar que no importaba el precio del violín, sino de quién lo tocara.
Y tú, ¿estás en las manos correctas?
Dios estableció un plan y un propósito para nuestras vidas, todos somos únicos e irrepetibles, por lo tanto, no hay nadie que valga más que otra persona.
En ocasiones permitimos que los demás nos digan cuánto valemos, o nosotros mismos nos comparamos con gente que ni conocemos personalmente y nos menospreciamos.
La clave está en vivir contentos con lo que Dios nos da, sabiendo que si ponemos nuestras vidas en las manos del Maestro, siempre podremos dar lo mejor de nosotros, Él nos usará para cumplir su plan perfecto.
Recuerden, amados hermanos, que pocos de ustedes eran sabios a los ojos del mundo o poderosos o ricos cuando Dios los llamó. En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos. Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada—y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. 1 Corintios 1: 26-28 (NTV)
Jamás te compares con nadie y menos con personas que solamente conoces por las redes sociales, nunca permitas que quienes te rodean te digan cuánto vales, por el contrario, ponte en las manos correctas, ponte en las manos de Dios y escucha su voz porque Él puede hacer cosas maravillosas en y con tu vida.
Oración del día
Amado Padre, te pido perdón por las veces que me menosprecié, que me comparé con otras personas. Perdóname si en lugar de mirarte y buscar tu consejo, tu voz, me enfoqué en la gente. Gracias porque sé que tienes un propósito para mí, gracias por hacerme único y especial, ayúdame a confiar en ti y tus planes de bien para mi vida. Me pongo en tus manos porque sé que es lo lugar correcto para alcanzar mi propósito. En el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿En qué oportunidades te sentiste menos que otras personas y qué hiciste para superar esos pensamientos?