Podemos caer en el error de juzgar precipitadamente a las personas o situaciones que vemos o vivimos. Por eso es importante hacer una pausa y pensar que no todo es como parece.
Dios es el único que conoce nuestro corazón e intenciones y, como sus hijos, debemos procurar seguir el ejemplo de Jesús en todo momento, en especial cuando estamos tentados a juzgar a los demás.
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 1 Pedro 2:21, 23 (RVR 1960)
Evitando juzgar porque no todo es como parece
Muchas veces juzgamos basados en nuestra experiencia, por situaciones dolorosas o no resueltas. Por eso la Palabra nos alienta a ser introspectivos antes de mirar las fallas de los demás.
¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. Mateo 7:3-6 (RVR 1960)
Antes de emitir juicio, detengámonos a recordar quién es nuestro Dios y que a Él le corresponde hacer justicia porque lo hará divinamente, con su toque de misericordia y poder.
Dejemos que nuestro Padre se encargue de lo que nosotros estamos limitados a entender o cambiar.
Oración del día
Padre, gracias por ser tú el Juez Justo de todo, ayúdame a no tomar tu lugar y no juzgar a los demás. Que mi corazón tenga presente que no es todo como parece, y que si pongo en tus manos cualquier situación que me inquiete, tú obrarás, según tu voluntad.
Gracias Padre amado, en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
Cuando estés tentado de emitir juicio, ¿qué harás para contrarrestarla?