Nuevas fuerzas a los débiles
«Pero los que confĂan en el Señor renovarĂĄn sus fuerzas; volarĂĄn como las ĂĄguilas: correrĂĄn y no se fatigarĂĄn, caminarĂĄn y no se cansarĂĄn.»
IsaĂas 40:31 (NVI)
Independientemente de cuĂĄn cansados estemos, Dios nos proporcionarĂĄ la fuerza necesaria para seguir adelante, pero solo si confiamos en Su poder con todo nuestro corazĂłn.
ÂĄSatanĂĄs pierde!
«Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirå de vosotros.»
Santiago 4:7 (RVR1960)
Si nos sometemos a Dios, es decir, dejamos que Ăl tome control y nos humillamos ante Ăl, seremos capaces de resistir cualquier tentaciĂłn que SatanĂĄs arroje.
Vida eterna
«Pues Dios amĂł tanto al mundo que dio a su Ășnico Hijo, para que todo el que crea en Ă©l no se pierda, sino que tenga vida eterna.»
Juan 3:16 (NTV)
Dios, por Su amor, nos promete la vida eterna, lo Ășnico que necesitamos hacer es aceptar a Cristo con nuestros corazones.Â
Libertad se encuentra en Cristo
«Asà que, si el Hijo los libera, serån ustedes verdaderamente libres.»
Juan 8:36 (NVI)
Encontramos la verdadera libertad en Cristo. Este versĂculo nos ayuda entender porque algunas personas que son muy ricos no encuentran la felicidad: les falta la verdadera libertad.Â
SabrĂĄs la voz de Dios
«Pero ustedes no me creen porque no son mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco, y ellas me siguen.»
Juan 10:26-27 (NTV)
JesĂșs usĂł esta alegorĂa porque las ovejas pueden distinguir la voz de su maestro de las voces de otras personas, pero solo si aprenden a escuchar y perfeccionar su capacidad. Si no sabĂas esto, este verso tendrĂĄ mucho mĂĄs sentido: JesĂșs es el maestro y nosotros somos las ovejas. Por lo tanto, debemos aprender a escuchar Su voz para reconocerla y no confundirla con la de SatanĂĄs. Ăl promete que estamos cerca a Ăl de esa manera.
Su iglesia creerĂĄÂ
«Se mantenĂan firmes en la enseñanza de los apĂłstoles, en la comuniĂłn, en el partimiento del pan y en la oraciĂłn. Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apĂłstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenĂan todo en comĂșn: vendĂan sus propiedades y posesiones, y compartĂan sus bienes entre sĂ segĂșn la necesidad de cada uno. No dejaban de reunirse en el templo ni un solo dĂa. De casa en casa partĂan el pan y compartĂan la comida con alegrĂa y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimaciĂłn general del pueblo. Y cada dĂa el Señor añadĂa al grupo los que iban siendo salvos.»
Hechos 2:42-47 (NVI)
Esto demuestra cĂłmo Dios quiere que la iglesia sea. Sin embargo, parece que muchas iglesias en la actualidad no se parecen a esto. Dios nos promete si reflejamos esa iglesia, Ăl añadirĂĄ miembros de Su Iglesia.
Dios defenderĂĄ a Su iglesia
«¿No sabĂ©is que sois templo de Dios y que el EspĂritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirĂĄ a Ă©l, porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que vosotros sois.»
1 Corintios 3:16-17 (LBLA)
Por templo, se refiere al Cuerpo de Cristo. Dios estĂĄ prometiendo que Ăl estĂĄ de nuestro lado. Por lo tanto, uno no debe ir contra su cuerpo porque se enfrentarĂĄn a su ira.Â
Nada nos separarĂĄ de Dios
«Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ĂĄngeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creaciĂłn podrĂĄ apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo JesĂșs nuestro Señor.»
Romanos 8:38-39 (NVI)
Nada nos podrĂĄ separar de Su amor. Este ejemplo se nota cuando escuchamos de las personas que son perseguidas por la sociedad o por el estado de govierno en sus paĂses. Aunque traten con todas sus fuerzas de destruir los hijos de Dios, no lo logran porque el amor de Dios es tan grande.
Dios proveerĂĄ
«Y yo os digo: Pedid, y se os darĂĄ; buscad, y hallarĂ©is; llamad, y se os abrirĂĄ. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirĂĄ. O suponed que a uno de vosotros que es padre, su hijo le pide pan; Âżacaso le darĂĄ una piedra? O si le pide un pescado; Âżacaso le darĂĄ una serpiente en lugar del pescado? O si le pide un huevo; Âżacaso le darĂĄ un escorpiĂłn? Pues si vosotros siendo malos, sabĂ©is dar buenas dĂĄdivas a vuestros hijos, ÂżcuĂĄnto mĂĄs vuestro Padre celestial darĂĄ el EspĂritu Santo a los que se lo pidan?»
Lucas 11:9-13 (BLA)
A veces las personas confunden esto con: “Dios nos proporcionarĂĄ todas nuestros deseos”, pero, en cambio, Dios nos proporcionarĂĄ nuestras necesidades. Las personas tambiĂ©n piensan que esto significa que Ăl siempre nos servirĂĄ con nuestras necesidades sin hacer ningĂșn esfuerzo, pero tambiĂ©n debemos poner todos nuestro esfuerzo. Dios nos llama a orar y actuar. Por lo tanto, Ăl proveerĂĄ mientras nosotros tambiĂ©n actuemos.
El siguiente crĂ©dito, por obligaciĂłn, se requiere para su uso por otras fuentes: ArtĂculo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
Una respuesta
Hola soy Mabel de Argentina Mendoza te escucho x la emisora 92.3 FM tu programa me edifica MUCHO queria Felicitarte y mandarte mucjas BENDICIONES â€