El matrimonio es un regalo sin embargo debemos cuidarlo para que se sostenga a través de los años. ¿Y cómo cuidar el matrimonio de asperezas? Evitando los errores comunes al discutir con nuestra pareja.
SegĂșn el Pastor Rey Matos, es casi imposible evitar las discusiones por lo que somos carne y sangre; la buena noticia es que estamos sirviendo a un Dios que es mĂĄs realista que nosotros. En Su Palabra se establece un margen para permitirnos el enojo pero ese margen no incluye pecar mientras estamos enojados el uno con el otro.
EnĂłjense, pero no pequen; reconcĂliense antes de que el sol se ponga, y no den lugar al diablo.
Efesios 4:26-27 RVC
Errores comunes que cometes al discutir con tu pareja
No subas el tono
Uno de los errores mĂĄs comunes que cometemos al discutir con nuestra pareja es subir el tono de voz. El exceso de sensibilidad no es justificable para perder el control y discutir subiendo el tono de voz. A pesar de que somos llamados a tener paciencia los unos con los otros debemos tener reglas del juego para el proceso de reconciliaciĂłn.
Lo primero es aceptar la retroalimentación del otro. Si tu pareja te dice: «No me grites», no le contestes de mala manera: «No te estoy gritando». Debes validar los sentimientos del otro y evaluar sabiamente lo que te dicen. Ten en cuenta que el elemento molestia va a bloquear la compresión. No le agregues a la discusión gritando. Haz un paréntesis y baja la voz, con esto enviarås un mensaje positivo que implica que reaccionaste a lo que te estån diciendo. Estås enviando un mensaje conciliatorio.
No uses palabras ofensivas
Las palabras ofensivas son otro error comĂșn al discutir con nuestra pareja.
Pero yo digo: aun si te enojas con alguien, ÂĄquedarĂĄs sujeto a juicio! Si llamas a alguien idiota, corres peligro de que te lleven ante el tribunal; y si maldices a alguien, corres peligro de caer en los fuegos del infierno.
Mateo 5:22 NTV
Palabras que denigran a la persona también denigran a Dios. Recuerda que tenemos dos mandamientos que resumen el corazón de Dios:
- Ama a Dios con todas tus fuerzas.
- Ama a tu prĂłjimo como a ti mismo.
Al usar palabras necias y vulgares, traes una connotaciĂłn ofensiva que bloquea la capacidad de comunicarse, explica el pastor y consejero matrimonial Rey Matos.
Entrega la razĂłn
Otro error comĂșn cuando discutimos con nuestra pareja es querer imponernos a como dĂ© lugar por el hecho de tener la razĂłn. La mayorĂa de las veces cuando tenemos la razĂłn justificamos el enojo y la pĂ©rdida de control. Y muchas veces, tener la razĂłn es lo que nos lleva a ofender o expresarnos mal. Sin embargo tenemos que preguntarnos: ÂżquĂ© es mĂĄs importante: mantener la paz en el hogar o tener la razĂłn?
El que tiene la verdad y la expresa de forma equivocada pierde la autoridad de la verdad.
Rey Matos
A Dios le interesa mĂĄs la relaciĂłn que la razĂłn.
No traigas el pasado
Otro conocido error al discutir con nuestra pareja es traer el pasado a colación. Si bien existen formas amables de decirlo, también existen maneras que en una discusión servirån para rociar gasolina al fuego.
- «Recuerda que hemos hablado de esto anteriormente.» (Correcto)
- «Toda mi vida he tenido que soportar esto, ya no estoy dispuesto/a.» (Incorrecto)
Trata siempre de enfocarte en el perdĂłn y la reconciliaciĂłn. El matrimonio es un regalo de Dios, de nosotros depende cuidarlo y edificarlo.